AGENCIA AFP
Ciudad de Panamá, Panamá
Cada día unos 30 adolescentes y jóvenes se infectan con VIH en América Latina y el Caribe, por lo que los gobiernos deben tomar acciones para sensibilizarlos y adoptar medidas de prevención, dijo Unicef este viernes.
“En América Latina y el Caribe, cada día se registran aproximadamente 30 nuevos casos (11,000 al año) de infecciones entre adolescentes y jóvenes, con edades comprendidas entre los 10 y 19 años”, según un informe sobre niñez con VIH y sida del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
La agencia de la ONU indicó que “las nuevas infecciones en este grupo de edad se concentran en adolescentes y jóvenes varones”, pero las mujeres siguen siendo las más afectadas por esta “epidemia”.
“Las adolescentes y mujeres siguen siendo las más afectadas por la epidemia del VIH debido, en parte, a las desigualdades de género que a menudo resultan en que ellas no tengan poder para negociar relaciones sexuales seguras“, indicó Unicef en el informe divulgado en Panamá, sede de su oficina regional.
Además, las mujeres se ven más afectadas por “la pobreza que se manifiesta en comunidades ubicadas lejos de los centros de salud y la falta de acceso a programas de prevención del VIH y salud sexual y reproductiva”.
Agregó que “los datos más recientes de Unicef también estiman que, en América Latina y el Caribe, aproximadamente 34,000 mujeres embarazadas requieren tratamiento para la prevención de la transmisión materno infantil del virus”.
“Si bien la región no ha tenido incrementos significativos en infecciones por VIH, nos preocupa que los y las adolescentes y jóvenes contraen el virus sin saberlo”, dijo Garry Conille, director regional de Unicef para América Latina y el Caribe, en un comunicado.
“Menos del 25% de los y las adolescentes y jóvenes tienen acceso a una prueba de VIH, a la par que los accesos a los servicios de salud sexual y reproductivas para los y las adolescentes escasean”, añadió.
Unicef destacó que esta región “es hogar de una de las crisis migratorias más complejas del mundo, pero los migrantes tienen “acceso limitado” a servicios de prevención del VIH.
“Para esta población en movimiento, los altos niveles de estigma relacionado con el VIH, el miedo a la deportación y el acceso limitado a los servicios de prevención y tratamiento los aleja cada vez más de los programas de VIH”, indicó.