El Banco Central de la República Dominicana (BCRD), en su reunión de política monetaria de agosto de 2023, decidió reducir su tasa de interés de política monetaria (TPM) en 25 puntos básicos, de 7.75 % a 7.50% anual.
Adicionalmente, la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) disminuye de 8.25 % a 8.00 % anual; mientras que la tasa de depósitos remunerados (Overnight) se reduce de 6.75 % a 6.25 % anual, ampliando el rango inferior del corredor de tasas de interés del Banco Central. Estas decisiones contribuirán a disminuir los costos de financiamiento de las entidades financieras e incidirán en menores tasas de interés en el sistema financiero.
Las medidas adoptadas toman en consideración que la inflación interanual se ha reducido significativamente y se encuentra en torno al centro del rango meta de 4.0 % ± 1.0 %, como resultado de las políticas monetaria y fiscal implementadas, así como de las menores presiones de demanda interna.
En efecto, la inflación interanual ha disminuido de un máximo de 9.64 % en abril de 2022 a 3.95 % en julio de 2023, equivalente a una caída de 569 puntos básicos durante este período. De igual forma, la inflación subyacente, que excluye los precios de los componentes más volátiles de la canasta, mantiene la tendencia a la baja, al disminuir de 7.29 % en mayo de 2022 a 5.05 % en julio de 2023. Hacia adelante, los modelos de pronósticos del Banco Central señalan que la inflación se mantendría dentro del rango meta de 4.0 % ± 1.0 % durante el resto de 2023 y en 2024, en un escenario activo de política monetaria.
En ese contexto de bajas presiones inflacionarias, el Banco Central de la República Dominicana ha reducido su tasa de política monetaria en 100 puntos básicos de forma acumulada desde su reunión del mes de mayo. Estas decisiones se han complementado con la implementación de un programa de provisión de liquidez, a través de liberación del encaje legal y de la Facilidad de Liquidez Rápida, para canalizar financiamiento de los sectores productivos y los hogares en condiciones favorables. El objetivo de estas medidas es acelerar el mecanismo de transmisión de la política monetaria, contribuyendo a la dinamización del crédito y la reactivación económica en lo adelante.
Adicionalmente, esta decisión consideró la evolución reciente del entorno internacional y los factores de la incertidumbre global. Particularmente, las proyecciones de crecimiento de Consensus Forecast para Estados Unidos de América (EUA) apuntan a una moderación más gradual de lo previsto, con una expansión de 1.9 % al cierre del año 2023. Por otro lado, la inflación en EUA se ha desacelerado hasta situarse en 3.2 % en julio de 2023, aunque se mantiene por encima de su meta de 2.0 %. Ante este escenario, los analistas del mercado prevén que la Reserva Federal (Fed) haría una pausa en su próxima reunión de septiembre, manteniendo la tasa de fondos federales en el nivel actual de 5.25 % – 5.50 %.
En la Zona Euro (ZE), se proyecta un crecimiento económico de 0.6 % anual en 2023, afectado por la guerra entre Rusia y Ucrania que ha provocado condiciones recesivas en algunas de las principales economías de este bloque de países. En tanto, la inflación interanual de la ZE se ha moderado hasta 5.3 % en agosto, aunque permanece elevada respecto a la meta de 2.0 %. En ese contexto de presiones inflacionarias persistentes, los analistas prevén que el Banco Central Europeo pudiera realizar un incremento adicional en su tasa de referencia durante el resto del año.
En América Latina (AL), la inflación ha mantenido su tendencia a la baja en los últimos meses y ha retornado al rango meta en gran parte de los países; mientras se proyecta un crecimiento regional de 1.7 % para 2023. En ese contexto, la mayoría de estos bancos centrales ha comenzado a reducir sus tasas de interés de política monetaria en este año, incluyendo a Costa Rica (250 puntos básicos), Uruguay (150), Chile (100), República Dominicana (100), Brasil (50) y Paraguay (25). Adicionalmente, se prevé que otros bancos centrales de la región, como Colombia y México, inicien su ciclo de reducción de tasas antes de finalizar el 2023.
En cuanto a las materias primas, el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) se ha mantenido en torno a los US$80 dólares por barril en agosto de 2023, en un contexto de una menor demanda mundial cuyo efecto ha sido contrarrestado por restricciones en los países productores del crudo. En tanto, los precios de los commodities agrícolas, que han estado afectados por los conflictos geopolíticos y fenómenos climáticos extremos, se han moderado en el mes de agosto.
En el ámbito nacional, el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) mejoró en el mes de julio con una expansión de 2.9 % interanual, acumulando un crecimiento promedio de 1.4 % interanual en el período enero-julio de 2023. El desempeño del mes de julio reflejó resultados positivos en sectores como manufactura local, construcción, comercio, transporte y agropecuaria; acompañando el impulso que ha registrado el turismo en el presente año. Para el resto del año, se espera un mayor dinamismo de la actividad económica, apoyado en la implementación de las medidas de estímulo monetario y en una mayor inversión pública proyectada.
En efecto, las condiciones financieras han estado reaccionando favorablemente a las medidas de estímulo monetario, con reducciones de aproximadamente 150 puntos básicos en el promedio ponderado de la tasa de interés activa y de unos 225 puntos en la tasa pasiva promedio ponderado de la banca múltiple con relación al cierre de mayo. Además, la cartera de crédito privado en moneda nacional se mantiene creciendo en torno a 17 % interanual, impulsada por el repunte de los préstamos a los sectores productivos.
Destaca que el buen desempeño de las actividades generadoras de divisas, como turismo, remesas y la inversión extranjera directa, ha contribuido con la estabilidad del peso dominicano durante el presente año. En este contexto, las reservas internacionales se han incrementado en el presente mes, alcanzando niveles elevados que superan los US$15,700 millones, equivalentes a un 12.9 % del PIB y unos seis meses de importaciones, por encima de las métricas recomendadas por el FMI.