La construcción incumplida de una carretera para la intrincada comunidad Las Lagunetas y el mal manejo de los invernadores cedidos a la comunidad por el padre Luis Quinn a través de la Agencia de Desarrollo Internacional de Corea (KOICA) son algunos de los reclamos de esta comunidad no escuchados por las autoridades de la provincia.
En visita al Listín Diario, los dirigentes comunitarios Rafael Presinal, presidente del Grupo de Productores, y Julio Díaz, presidente la junta de vecinos, denunciaron que en 1986, el doctor Joaquín Balaguer autorizó la construcción de la carretera debido a que las vías de acceso a la comunidad se inundan y el flujo de producciones agrícolas entre Las Lagunetas y Oca se inunda, así como el paso de los niños que van en busca de docencia a comunidades aledañas al no existir cursos.
Y en las frecuentes inundaciones muchos enfermos fallecen o quedan sin cura. En cuanto a los invernaderos, aseguran que no se dieron cuenta que los actuales directores de la Junta para el Desarrollo de Ocoa desinformaron tanto a la Agencia KOICA como a la comunidad sobre el destino final de los invernaderos donados por Corea del Sur a través del padre Luis Quinn.
Según informaron, dos de los tres invernaderos fueron cedidos a otra comunidad junto al almacenamiento de estos y la estructura, cuando en realidad, fueron vendidos de mala fe y el importe de ellos fue a parar a los bolsillos de los integrantes de la Junta la que, desde el fallecimiento del padre Quinn, se convirtió en enemiga de la comunidad.