Con los ánimos arriba, residentes de esta zona pasaron la víspera de año nuevo sintiéndose “muy bien” y “seguros”.
Sauro Scalella
Santo Domingo, RD
La aglomeración de ciudadanos escuchando música a todo volumen mientras tomaban bebidas alcohólicas y compartían con amigos y familiares, fue el tradicional escenario que, como cada Año Nuevo, se produce en distintos sectores populosos de la capital el 1 de enero.
El recorrido comenzó en el famoso barrio de Villa Juana. Allí el panorama estuvo calmado, salvo un grupo de residentes que se encontraban compartiendo en familia. Alrededor de 6 personas disfrutaban con música típica dominicana y una güira que portaba uno de ellos.
8:30 de la mañana y el ambiente aún seguía eufórico y encendido. Acabar con la celebración de Año Nuevo no parecía ser una opción a considerar.
Con los ánimos arriba, residentes de esta zona pasaron la víspera de Año Nuevo sintiéndose “muy bien” y “seguros”.
“La pasamos bien gracias a Dios porque estamos en tranquilidad y en familia, compartiendo como la gente”, fueron las palabras de uno de los ciudadanos del barrio Villa Juana.
También, agregaron que la calle se mantuvo normal y “sin problemas” debido a la circulación de patrullas policiales, que estuvieron merodeando la zona tanto en horas de la noche como de la madrugada y de la mañana.
Cristo Rey, ensanche la Fe, Luperón y Espaillat fueron los otros destinos, donde demás moradores vieron el sol salir a ritmo de música urbana, merengue y bachata.
Como en anteriores escenarios, los vasos en mano, las neveritas de hielo y las famosas “pequeñitas” (cervezas) fueron las protagonistas durante la rumba de los tantos ciudadanos que se adueñaron de las calles y las aceras.
Al filo de las 9:00 de la mañana, en el sector Cristo Rey, la música sonaba hasta más no poder. Personas aglomeradas bailaban y gozaban mientras escuchaban el género musical dembow.
Gilberto Reinaldo, un señor de 82 años, de piel morena, cabello corto, lentes oscuros, vestido con una camisa de flores – semiabierta- y con un vaso de cerveza en mano, dijo que “gracias a Dios” recibió el año “muy bien”.
Reinaldo se encontraba sentado, a pocos metros de distancia, de donde estaban acumuladas las más de quince personas que, trasnochadas aun, movían el cuerpo, siguiendo la velocidad de las canciones.
Dueños de colmados disgustados
A pesar de la notable presencia de personas disfrutando en las calles, el Año Nuevo 2023 para algunos propietarios de colmados no fue el esperado. Varios sintieron tímida la actividad económica durante las horas festivas.
“Ha estado floja la venta“, es la expresión que distintos colmaderos expresaron conforme a la demanda por Año Nuevo.
Juan Pérez, dueño de un colmado, narró que el ambiente estuvo “muy lento” a diferencia de otros tiempos.
“Tuvo por lo menos regular, no como años pasados, pero, algo se vende. No se puede comparar con otros años atrás, porque la diferencia era muy grande, la gente estaba activa en la calle y este año no”, contó Pérez.
La basura tras la celebración de Año Nuevo
Residuos sólidos, desde vasos, servilletas, fundas y hasta botellas amanecen cada 1 de enero luego de celebrarse la llegada de un nuevo año.
En cada rincón o esquina de calles recorridas por los citados barrios y sectores de la capital, la basura formó parte del entorno.