abogado, un médico o un arquitecto, pero tres veces al día por el resto de nuestras vidas necesitamos de un agricultor.
Es imposible vivir sin el trabajo de quienes labran la tierra. Sin agricultores no hubiera comida en nuestra mesa. Su ardua labor bajo frío, neblina o los inclementes rayos del sol, hace que tengamos los alimentos necesarios.
Estos hombres y mujeres son superhéroes poco visibilizados, que tienen una triple función: cultivan la tierra, producen alimentos y cuidan el medio ambiente.
Sus historias, su amor por el campo y la expresión sublime con la que se refieren a su labor hacen que conocerlos sea acercarnos a estos guardianes de la Tierra.

NATANAEL GÓMEZ
Cultiva arroz en Villa La Mata, provincia Sánchez Ramírez
“La tierra lo es todo. Nos ha dado sustento siempre. La veo como una madre que motiva y nos impulsa a dar lo mejor en cada cosecha. Llevo 39 años cultivando la tierra sin interrupción. Nunca me he cansado, siempre encuentro una motivación extra para seguir adelante”.
¿Qué te inspiró a convertirte en agricultor?
Más que una inspiración, fue una necesidad. Nací en el campo, rodeado de la finca y los trabajadores.
Pero fue tras la muerte de mi padre, cuando tenía 19 años, que asumí el rol de agricultor para mantener a mi familia.
¿Cómo crees que la agricultura contribuye al cuidado del planeta?
Sembrar es colaborar con el medio ambiente. Aunque no hacemos rotación, sembramos de manera intensiva, contribuyendo al equilibrio de oxígeno y carbono.
¿Cuál es la mayor enseñanza que has aprendido sobre el valor de la tierra?
Que es uno de los mayores regalos de Dios. Hay que cultivarla con respeto, amor y cuidado para recibir buenos resultados.
¿Qué prácticas utilizas para proteger y conservar el suelo en tu producción?
Uso racional de pesticidas, incorporación de residuos de cosecha sin desperdicios, y trato de interactuar con la tierra de manera consciente.
¿Qué mensaje le darías a las nuevas generaciones de agricultores y agrónomos?
Tengo el privilegio de que mi hijo trabaja conmigo. Les diría que valoren la tierra, que cultiven con amor y respeto, porque es una bendición.

JUAN PUELLO DE JESÚS
Cultiva aguacates, plátanos, yuca y guandules en Cambita Garabitos, San Cristóbal
“Vengo de una familia de agricultores, mis cuatros hermanos y yo nos dedicamos a labrar la tierra. Me inspiré a ser agricultor porque lo heredé de mis padres. Pasé mi niñez, adolescencia y parte de mi juventud en contacto con la tierra”.
¿Qué significa para ti la tierra y porque le tienes amor?
Significa mucho porque Dios es amor fue el primer recurso que Él puso en mano del hombre para que la administrará cuando le dijo: fructificad, multiplicad y henchid la tierra. Le tengo amor porque me da satisfacción cuando veo que me devuelve con creces la semilla que siembro en ella aunque con el sudor de mi frente.
¿Cómo crees que al trabajar la tierra contribuyes al cuidado del planeta?
Porque la agricultura contribuye para el sustento del hombre y el bienestar de la tierra misma dando árboles que den frutos y lluvias para devolverla a tierra misma que los hizo crecer.
De vez en cuando utilizo abono porque mi tierra es un poco árida pero utilizo de los mismos árboles y plantas para hacer barreras y que esta le sirva de abono orgánico
¿Cuál es la mayor enseñanza que has aprendido sobre el valor de la tierra?
Que la tierra, a pesar del maltrato que recibe del hombre, nunca se niega a darle su beneficio en todos sentidos.

YOHANNY ANABELIS ENC. CASADO
Cultiva cacao, plátano, limón, naranja dulce, aguacate y ñame en La Soledad, municipio La Mata, provincia Sánchez Ramírez.
“La tierra es una de las cosas más importantes del planeta. De ella surgen casi todos los alimentos. Valoro su capacidad de darnos vida y alimento”.
¿Qué te inspiró a convertirte en agricultora?
Mi inspiración viene de San José de Ocoa. Mis padres cultivaban la tierra y fue su sustento. Luego conocí a mi esposo, también agricultor, y juntos seguimos ese camino. Tras su fallecimiento, continué sola.
¿Hace cuántos años te dedicas a la agricultura y cómo ha sido tu experiencia?
Aunque desde pequeña vi la agricultura, hace 5 años me dedico de lleno, tras el fallecimiento de mi esposo. Ahora soy quien gestiona toda la finca.
¿Cómo crees que la agricultura contribuye al cuidado del planeta?
Si todos sembráramos y cuidáramos la tierra, el planeta sería diferente. La siembra genera agua, energía, vida… pero muchos en vez de sembrar, destruyen.
¿Cuál es la mayor enseñanza que has aprendido sobre el valor de la tierra?
Antes no valoraba tanto la tierra. Hoy, cuando estoy con ella, me da paz, energía, transformación. Es un valor inmenso que debemos respetar.
¿Qué prácticas utilizas para proteger y conservar el suelo en tu producción?
Dejo las hojas de cacao como abono natural, evito productos químicos, y me capacito para trabajar hacia una producción más orgánica y sostenible.
¿Qué mensaje le darías a las nuevas generaciones de agricultores y agrónomos?
Les diría que cultiven la tierra. De ahí salen los alimentos y el sustento familiar. Es un mensaje que va más allá de lo local, es para el mundo.

JUAN CABRAL LORENZO
Cultiva aguacate, plátano, limón, naranja agria y guineo.
“La pandemia me inspiró a ser agricultor, y desde ahí ha sido una experiencia inolvidable. La tierra para mí es fuente de sustento”.
¿Cuál es la mayor enseñanza que has aprendido de ella?
Cultivarla y viendo el proceso de desarrollo de la agricultura en sentido. La tierra contribuye al cuidado de la corteza terrestre.
¿Qué prácticas utilizas para proteger y conservar el suelo en tu producción?
No quemar y no uso de fertilizantes módicos al medio ambiente.
¿Qué mensaje le darías a las nuevas generaciones de agricultores y agrónomos?
Que valoren la tierra como principal fuente de sustento.