A casi cuatro meses del anuncio oficial del secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, sobre el traslado a territorio estadounidense del segundo avión vinculado al gobierno de Nicolás Maduro, la aeronave continúa retenida en territorio dominicano, sin que hasta ahora se haya concretado su salida.
Se trata de un jet ejecutivo modelo Dassault Falcon 900EX, matrícula YV-3360, con un valor estimado de 10 millones de dólares, el cual permanece bajo custodia en el hangar 55 del Aeropuerto Internacional Dr. Joaquín Balaguer (El Higüero), en Santo Domingo, desde el 2 de septiembre de 2024.
Durante una visita diplomática realizada a la República Dominicana el pasado 5 de febrero, el alto funcionario estadounidense inspeccionó personalmente la aeronave y aseguró públicamente que el avión sería trasladado a Miami, Florida, en un plazo de 45 días. Sin embargo, ese plazo expiró a finales de marzo sin que el traslado se haya efectuado.
“Todavía esa aeronave se encuentra en el hangar del aeropuerto y no ha sido removida, a pesar de que se comunicó que iba a ser trasladada a Miami entre febrero y marzo de este año 2025”, confirmó una fuente aeroportuaria.
Este es el segundo avión incautado en territorio dominicano relacionado directamente con el presidente venezolano Nicolás Maduro. Según informes oficiales, la aeronave era utilizada por Petróleos de Venezuela, S.A. (PdVSA), la estatal venezolana sancionada por el gobierno de Estados Unidos por violaciones a las leyes de sanciones y control de exportaciones.
De acuerdo con los documentos presentados por autoridades estadounidenses, PdVSA habría adquirido este avión en territorio norteamericano en 2017, y posteriormente lo exportó a Venezuela.
Sin embargo, continuó realizando múltiples reparaciones y mantenimiento utilizando componentes y piezas fabricadas en EE.UU. sin la debida autorización, incurriendo en violaciones a las sanciones impuestas.
Además, investigaciones indican que existen pruebas suficientes para proceder al decomiso de la aeronave, por su presunta implicación en actividades de lavado de dinero y un esquema diseñado para evadir sanciones internacionales.
Se señala también que el avión fue utilizado para viajes de altos funcionarios del régimen de Maduro a países aliados como Turquía, Rusia, Nicaragua y Cuba.
Actualmente, el Falcon 900EX se encuentra bajo resguardo militar y recibe mantenimiento periódico por parte de un equipo técnico asignado. Se ha informado que para poder trasladar el avión se requerirían entre 45 y 60 días adicionales para completar las reparaciones necesarias para su vuelo seguro.
La retención prolongada de esta aeronave ha generado malestar en Caracas. El propio presidente Nicolás Maduro se pronunció públicamente en contra de la incautación, acusando al gobierno de la República Dominicana de “plegarse a los intereses del imperialismo estadounidense”, en relación a la colaboración con las autoridades del Departamento de Estado.
Hasta el momento, ni la Embajada de Estados Unidos en Santo Domingo ni la Cancillería dominicana han ofrecido nuevas declaraciones sobre la situación actual del avión, cuyo destino permanece en el limbo pese a los compromisos diplomáticos anunciados.