Desde inicios de este mes, la crisis sociopolítica que afecta a Haití ha tomado un giro más violento luego de que tubas armadas aprovecharan la salida del país del, hasta ahora, primer ministro Ariel Henry para tomar el control de Puerto Príncipe e impedir su retorno.
El asalto a varias de las principales cárceles para liberar presos, la toma de control de las principales instituciones del Estado y los múltiples enfrentamientos violentos entre civiles y policías han sido parte de las razones que han causado que personal diplomático de varios países se hayan marchado y que incidió para que se convocara una reunión de urgencia de la Comunidad del Caribe (Caricom) y Estados Unidos en Jamaica.
El Gobierno dominicano no fue parte de esa reunión del Caricom con el presidente Luis Abinader resaltando que cualquier decisión que se tomase en ese organismo debe de incluir el refuerzo del envío de tropas a esa nación ya que “Haití no puede esperar más”.
“Hace cinco semanas cuando dijimos (ante la ONU) que Haití estaba al borde del abismo se nos dijo tanto a nivel internacional como a nivel local que estábamos exagerando y, desgraciadamente la circunstancias y lo que está pasando, yo creo que nos quedamos cortos. Yo tengo desde el magnicidio del presidente Jovenel Moïse advirtiendo a la comunidad internacional, ya nosotros no podemos hacer más”, expresó el presidente al encabezar un encuentro con los medios de comunicación en el Palacio Nacional.
Abinader exclamó que mientras se espera una “solución de la comunidad internacional”, su deber es “proteger” el país y precisamente eso es que haciendo con sus acciones de Gobierno.
“A mí lo único que me toca y es lo que estoy haciendo es proteger a la República Dominicana y la estamos protegiendo y la vamos a seguir protegiendo y vamos a tomar las medidas que sean para protegerla más y si la comunidad internacional no actúa, nosotros vamos a seguir poniendo y seguir haciendo posiciones; que después no se quejen de las acciones que vamos a tener que hacer porque nuestra tarea es proteger la República Dominicana y así lo seguiremos haciendo”, indicó el mandatario.
Resaltó que desde que se destapó la más reciente ola de violencia, el país ha tomado “medidas especiales” las cuales por “asuntos de seguridad nacional” no van a dar a conocer a los medios de comunicación; sin embargo volvió a señalar que se han reforzado las medidas que ya existían, como la entrega de visas, y se ha mantenido una vigilancia a los temas del ingreso y que por el momento no se contempla un cierre total de la frontera terrestre.
Con relación a la información replicada por el LISTÍN DIARIO, y dada a conocer por el periódico estadounidense “El Nuevo Herald” señalando que diplomáticos dominicanos habrían negociado en secreto el ingreso al territorio nacional desde los Estados Unidos del primer ministro haitiano, Abinader indicó que desconoce de dónde “vienen esos rumores” y que el Gobierno informó “con exactitud” lo sucedido sobre el intento de Henry de ingresar al país para luego ir a Puerto Príncipe.
La pasada semana, el Poder Ejecutivo confirmó que el 4 y el 5 de marzo los gobiernos de Haití y Estados Unidos preguntaron si el primer ministro haitiano, Ariel Henry, podía aterrizar en el país con una “escala indefinida”.
En las dos ocasiones, el gobierno dominicano comunicó la imposibilidad de dicha escala sin recibir un plan de vuelo definido.
El Presidente confirmó que se mantiene en conversación constante con el personal diplomático dominicano que se encuentra en el país y que no lo retira “debido a las condiciones especiales” pero que esté pendiente de cualquier persona que necesite ser retirado de Puerto Príncipe hacía la República Dominicana.
El pasado fin de semana, Abinader expresó su preocupación por la seguridad nacional en medio de la creciente crisis en Haití, asegurando que el primer ministro haitiano Ariel Henry no es bienvenido en el país por motivos de seguridad.
En una entrevista con el Financial Times, el mismo explicó que debido al contexto actual, no considera adecuada la presencia del primer ministro haitiano en República Dominicana, para salvaguardar la seguridad nacional.