El ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, acusó este lunes a Rusia de estar cometiendo un “auténtico acto de genocidio contra la ciudad ucraniana de Mariúpol”, tras reunirse en Londres con su homólogo británico, Ben Wallace.
Durante una rueda de prensa conjunta, Reznikov declaró que desde hace tres semanas “400,000 ciudadanos se vieron rodeados sin agua, comida y casi sin conexiones”.
El político apuntó que, durante 25 días de contienda, el Ejército ruso mató a “150 niños ucranianos y destruyó más de 400 escuelas y guarderías”, así como 110 hospitales, y aniquilado a “miles y miles de civiles”.
Las fuerzas Armadas ucranianas destruyeron 1,500 vehículos blindados y 500 tanques de “los terroristas rusos”, precisó.
“Moscú tiene miedo de nuestro ejército y por eso luchan contra los civiles. Esto es terrorismo de Estado”, mantuvo Reznikov, que subrayó que por eso hay que “detener al Kremlin”, “porque irá más lejos”.
El ministro agradeció al Gobierno británico que fuera “el primero” en facilitar “armas serias” que han aumentado la capacidad de defensa de Ucrania y destacó el “liderazgo” y “coraje” del Reino Unido, que “contrasta”, dijo, con la “pasividad” de otros países.
Reznikov reiteró la petición de Kiev de crear una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, que de momento han rechazado los países miembros de la OTAN para evitar una escalada del conflicto, así como de endurecer las sanciones económicas.
Previamente, el ministerio de Defensa británico convocó por segunda vez al agregado de Defensa de la embajada rusa en el Reino Unido para protestar por “la invasión no provocada de Ucrania y el comportamiento de las Fuerzas Armadas rusas”.