Decenas de personas de la comunidad LGBTI se manifestaron este lunes con banderas, pancartas y besos frente a la máxima corte venezolana en Caracas para exigir una respuesta a una demanda sobre el matrimonio igualitario introducida hace siete años y hasta ahora sin respuesta.
Una pareja de lesbianas, una mujer vestida de novia y la otra de negro con una bandera del arcoíris de la comunidad LGBTI (que nuclea a lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales) amarrada al cuello, se besaron durante esta manifestación desarrollada frente al Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ) mientras exhibían una pancarta con la leyenda “Casarme en mi país es mi derecho” en la que se resumía ese reclamo.
“Estamos exigiendo al TSJ que se vuelva a hablar sobre el proyecto de ley del matrimonio civil igualitario, son 7 años de de retardo procesal cuando -la ONG- Venezuela Igualitaria introdujo esta propuesta de ley ante el TSJ”, declaró a la AFP Karina Mantilla, de 30 años, quien lucía el vestido blanco de novia.
“Tenemos tres años de pareja y tres meses de comprometidas y en algún momento quisiéramos que todo esto que ven acá sea real”, añadió.
Venezuela, un país fervorosamente conservador y religioso, está atrás en la fila de Latinoamérica en cuanto a derechos de la población LGBTI.
El código civil venezolano, por ejemplo, establece que el matrimonio solo puede contraerse entre un hombre y una mujer, y la comunidad ha pedido durante años una reforma a la normativa.
Las autoridades han prometido, en diversas oportunidades, avanzar en materia de igualdad de género, pero hasta la fecha no hay pasos concretos.
“No hay voluntad por parte del Estado” para avanzar en leyes que favorezcan a la comunidad, reclamó el director de la ONG País Narrado, Dani Toro, de 27 años.
“Incluso países más conservadores como Brasil o Colombia, que uno podía decir que eran más conservadores, han avanzado”, precisó.