La ilusión de un niño de presenciar una exhibición de motores que nunca ocurrió. La angustia de una madre que permitió una salida sin regreso. Y los pesares de una sociedad, a 29 años, recuerdan el asesinato de José Rafael Llenas Aybar.
El “caso del siglo” tuvo origen el viernes 3 de mayo de 1996. El menor de 12 de años de edad salió en compañía de su primo hermano, Mario José Redondo Llenas, quien no lo llevó a la demostración, sino a la casa de Juan Manuel Moliné Rodríguez, convertido en cómplice.
Así, iniciaban la ejecución de un secuestro planificado. Durante el viaje, el niño comenzó a ponerse nervioso, por lo cual, le amarraron de pies y manos, antes de trasladarlo al baúl del automóvil Honda Accord, color verde, placa AC-5830.
Se detuvieron y desmontaron en las cercanías del arroyo Lebrón, kilómetro 13 de la autopista Duarte. Discutían acerca de qué harían con el pequeño. Decían no poder llevarlo a su casa, temiendo, a pesar de prometerles no decir nada, que los denunciara.
Redondo Llenasle preguntó a Moliné Rodríguez si se atrevía a matarlo. Ya tenía una intención prefabricada, espacio en que llamó a la madre del menor, Ileana Aybar, diciéndole que lo dejó en la Plaza Bolera. Hubo intercambios de palabras entre los autores. Después, el crimen atroz.
Un asesinato violento, causado por fuertes heridas en la espalda y la nuca que produjeron sangrados, llevando al menor a la muerte.
Sufrió los castigos de aproximadamente 32 puñaladas repetitivas, la punta de un cuchillo clavada en la nuca y la yugular cortada. El autor: Redondo Llenas, en contubernio con Moliné Rodríguez, que le sostenía.
Luego, la preocupación fingida de un asesino que se mofó de “ayudar” en la búsqueda de un niño perdido. De un acto descubierto a la mañana siguiente, 4 de mayo de 1996, cuando unos campesinos encontraron el cuerpo envuelvo en cinta adhesiva, atado de pies y manos, tirado en el arroyo.
Con el testimonio desesperado de una madre, una vez Ileana estableció que Redondo Llenas, sobrino de José Rafael Llenas Menicucci, padre del menor, le llamó confirmando la llegada de su hijo a la plaza ubicada en la avenida Abraham Lincoln, notando lo extraño en que fuese solo. Se preocupó, lo salió a buscar y no lo encontró.
Pasando a las declaraciones anónimas de una pareja de campesinos residentes en el sector Cenit, municipio Pedro Brand, quienes hallaron el cuerpo tirado, solo visualizando sus pies. De ahí, un levantamiento confirmando que se trataba de un masculino, de contextura delgada.

Día del asesinato
Según los archivos judiciales y periodísticos, todo empezó la mañana de ese 3 de mayo con Redondo Llenas acudiendo a la casa de Jorge Luis Rodríguez, donde había amanecido Moliné Rodríguez, para coordinar el secuestro de José Rafael Llenas Aybar.
En la tarde, Ileana Aybar almuerza con José Rafael y su otra hija, mientras su esposo está en Santiago. Sale hacia su trabajo y, una hora después, el menor de edad le llama pidiendo permiso para ir a una exhibición de motocicletas.
Después, Mario José Redondo se comunica con Ileana para decirle que había dejado a José Rafael en la Plaza Bolera, acompañado de unos niños y un chofer. Ileana acude a buscarlo, no lo encuentra, va al supermercado Asturia donde se suponía que era la demostración, pero se entera que nunca hubo una.
Una vez consumado el crimen, se dirigen a la casa de Moliné Rodríguez. Ileana se comunica con Redondo Llenas tras varias llamadas fallidas, quien repite que dejó al niño en la Plaza Bolera y que estaba llegando.
Redondo Llenas se apersona a la casa de la familia Llenas Aybar. Ileana se mantuvo llamando a su esposo y parientes. Mientras tanto, Moliné Rodríguez limpiaba la sangre del baúl de su vehículo.

Es Redondo Llenas que, junto a un tío del infante, formaliza la denuncia de la desaparición.
Cuando se halla el cadáver y realiza la autopsia en fecha domingo 5 de mayo, las autoridades condujeron a interrogatorios a Kimberlyn Caldas Giráldez, entonces novia de Moliné Rodríguez, y a su madre, María Magdalena Giráldez.
Esto, motivado por un papel encontrado en las manos del niño que se constituyó en la prueba clave: contenía el número telefónico de Kimberly.
Los investigadores también contactaron al primo hermano del menor, Redondo Llenas. Ese día, le detuvieron en compañía de Moliné Rodríguez, quienes confesaron el hecho frente a las cámaras de la televisión.
Vinculación de argentinos
Redondo Llenas sostuvo en los interrogatorios que actuó inducido por Luis Palmas y Martín Palmas Meccia, esposo e hijo, respectivamente, de Teresa Meccia, embajadora de Argentina en la República Dominicana en el momento, según recoge el periódico La Nación.
Se añade que el asesino, quien no mencionó a los argentinos hasta cuatro meses después de ser detenido, durante el tercer interrogatorio, afirmó que Luis Palmas lo indujo a formar parte de una presunta organización criminal que incluía tráfico de drogas, asesinatos y secuestros.

Moliné Rodríguez, en ese proceso, no implicó a la familia Palmas y aseguró que no hubo participación directa de una tercera persona. Retó varias veces a que Redondo Llenas relatara lo que hizo, y cómo lo hizo, pero se mantuvo en silencio.
La familia Palmas abandonó Santo Domingo cuando se hizo pública la confesión del asesino.
Acción penal
Redondo Llenas y Moliné Rodríguez, convertidos en autores materiales en la muerte del niño Llenas Aybar, resultaron condenados, en primera instancia, a 30 años de cárcel, la pena máxima aplicable en el código penal dominicano (vigente desde 1884).
En la apelación de la sentencia dictada en la sexta cámara penal de Santo Domingo, fue determinada una reducción de la condena a 20 años en favor de Moliné Rodríguez. En 2006, la Suprema Corte de Justicia convirtió en irrevocable las penas de 20 y 30 años, y una indemnización de $5 millones de pesos impuesta a cada uno.
En los meses de junio de 2007 y 2010, le fue negada la solicitud de libertad condicional a Moliné Rodríguez, quien cumplió a totalidad los años de reclusión y salió en mayo de 2016.
En noviembre de 2013, también le fue impedida la libertad condicional que pretendía alcanzar Redondo Llenas. Como parte de su rehabilitación, obtuvo una licenciatura en Derecho desde el penal Najayo-Hombres.
Redondo Llenas recobrará su libertad en mayor de 2026, una vez cumplida la pena interpuesta.