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Wessin Chávez: El Cefa buscaba frenar el comunismo en la Revolución de Abril de 1965

La llegada de marines norteamericanos durante la revolución de abril de 1965 fue controversial para constitucionalistas y militares del Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas (CEFA).

Ambos grupos, además de considerar la llegada del 28 de abril como un intrusismo a las acciones que tenían lugar en Ciudad Nueva y barrios de la zona norte de la capital dominicana, 60 años después de la gesta continúan sin ponerse de acuerdo sobre quién hizo el pedido de la intervención, aunque el dedo acusador constitucionalista ha señalado de forma repetida a los militares del CEFA, liderados por el general Elías Wessin y Wessin.

“Se ha hablado mucha mentira de que el general fue el que llamó a los americanos, que cogió el teléfono y llamó al presidente Lyndon B. Johnson ‘vengan porque aquí ya lo necesitamos que están acabando’, otra mentira, otro mito de la izquierda, falso”, defendió Elías Wessin Chavez, hijo del ex general y quien actualmente es diputado.

Wessin Chavez manifestó que por el contrario, a su llegada, los soldados estadounidenses rodearon las instalaciones del CEFA y le dieron un “ultimátum” al general.

“Los soldados del CEFA en formación le dijeron aquí estamos dispuestos a hacer lo que usted nos diga y mi padre los arengó y les dijo no, eso sería una matanza innecesaria donde yo los estoy sacrificando a ustedes, no hay ningún problema”, sostuvo sobre el accionar de su padre.

“Mi padre me dijo a mí ‘lo que vinieron a hacer los norteamericanos fue a dañarnos lo que nosotros íbamos a hacer’, ya estaba preparado todo un asalto, pero al venir los americanos la sensatez lo que decía era preservar a toda la gente”, agregó, al tiempo de precisar que la cifra de soldados extranjeros que pisaron tierra no superaron los 12,000.

Justificó sobre el liderazgo de Wessin que este buscaba frenar el comunismo en el país.

“En el fondo lo que quería era evitar que los constitucionalistas y digo constitucionalistas entre comillas porque no eran tales, eran marxistas y los focos duros eran marxistas leninistas. Es decir comunistas, él no quería que esa gente obtuviera el triunfo y controlara el país”, dijo.

En ese sentido, defendió el trato de los militares de San Isidro a los revolucionarios de Ciudad Nueva, asegurando que no hubo fusilamientos, ni arbitrariedades, y que incluso cadetes que desertaron de las filas militares fueron entregados a sus madres, sanos y salvos.

“Se habla de cifras astronómicas de muertos en la revolución, miles de muertos y eso es falso de toda falsedad, sencillamente del CEFA solamente murieron 13 soldados, de 1,000 soldados que tenía mi padre”, declaró.

Una pistola

El 3 de septiembre de 1965 marca la fecha en que finalmente concluyeron las acciones revolucionarias al llegar a un acuerdo entre beligerantes y la parte mediadora con la firma del Acto Institucional.

Además de establecer por escrito el fin de la guerra, pedía la salida en exilio de los líderes de ambos bandos, Wessin, por los militares de San Isidro y el coronel Francisco Alberto Caamaño por los constitucionalistas.

“Eran los dos polos conflictivos que si se quedaban aquí pues no se garantizaba la paz, entonces al general lo sacaron los americanos para Panamá y en Panamá un agente de la CIA le comenzó a hacer preguntas de cómo se sentía y cosa y le dejó una botella de whisky y una pistola 45 y ya cuando él se iba el general le dijo ‘oiga, venga acá ¿por qué usted me deja ese whisky y esa pistola? Llévesela, yo no bebo y no necesito esa pistola porque yo aquí estoy detenido’”, contó sobre la experiencia de su padre.

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