William McKinley, abogado de Ohio y miembro del Partido Republicano, inició su carrera política al ser elegido para la Cámara de Representantes en 1876. Se destacó por su impulso al arancel McKinley (1890), una política de proteccionismo aduanero que buscaba fortalecer la economía de EE.UU., aunque sus consecuencias para los consumidores le costaron la pérdida de su escaño en las elecciones de 1891.
En 1892, fue elegido gobernador de Ohio, donde su gestión le permitió lograr una cómoda reelección en 1894. Gracias al respaldo del influyente empresario Mark Hanna, McKinley alcanzó la presidencia de los Estados Unidos en 1896, venciendo al candidato demócrata-populista William Jennings Bryan.
Durante su primer mandato (1897-1900), reforzó el proteccionismo comercial para hacer frente a la crisis económica. Sin embargo, fue su política exterior lo que marcó su legado. Inicialmente, adoptó una postura de no intervención ante la Guerra de Independencia de Cuba (1895-1898), pero el hundimiento del acorazado USS Maine en el puerto de La Habana lo llevó a apoyar la causa independentista cubana, cediendo ante la presión de la opinión pública y de los medios de comunicación.
Así, Estados Unidos entró en la Guerra Hispano-Estadounidense (1898), que resultó en la derrota de España y la anexión de Puerto Rico, Filipinas y Guam, consolidando la influencia estadounidense en el Caribe y el Pacífico. Además, McKinley enfrentó la rebelión de los bóxers en China (1899-1901), enviando tropas para proteger los intereses extranjeros en la región.
Reelección y trágico final
En 1900, McKinley fue reelegido pese a las críticas de los demócratas, quienes lo acusaban de ser un instrumento de los grandes intereses empresariales y del nuevo imperialismo estadounidense. No obstante, su segundo mandato fue truncado el 6 de septiembre de 1901, cuando fue asesinado por un anarquista en la Exposición Panamericana de Buffalo. Su vicepresidente, Theodore Roosevelt, asumió el cargo, continuando muchas de sus políticas.
McKinley y Trump: Una influencia histórica
El Dr. Deomedes Olivares destacó cómo Donald Trump ha mencionado en varias ocasiones la importancia de McKinley en la historia de EE.UU., principalmente por su énfasis en el proteccionismo comercial, su visión de “América Primero” y su expansión del poder estadounidense en la escena global.
“Trump ha hablado varias veces sobre la grandeza de William McKinley, un líder que fortaleció la economía de EE.UU. con medidas proteccionistas y que consolidó el país como una potencia mundial. Muchas de sus políticas se asemejan a la visión que Trump intentó implementar durante su mandato”, enfatizó Olivares.
Reflexión final
La historia de McKinley demuestra que los líderes dejan huellas indelebles en la política y la economía de sus naciones. Su enfoque proteccionista y su política exterior expansionista siguen siendo objeto de debate, y su influencia se extiende hasta el presente, sirviendo de referencia para políticos como Donald Trump.
Estas y otras informaciones fueron compartidas en el programa DEMOCRACIA TV.
