La industria cacaotera se reúne como un solo cuerpo en pro de garantizar que los productos agrícolas dominicanos cumplan con los más altos estándares de calidad.
Su misión principal es asegurar el origen y estándar de las producciones de cacao bajo el sello de la Indicación Geográfica de Cacao Dominicano (IGCD), lo que implica el manejo de recursos como terrenos, herramientas y empleados adecuados para el cultivo y el control riguroso de todo el proceso de producción.
La Indicación Geográfica (IG) es un sello de calidad que identifica un producto como originario de una región específica, procurando las características, reputación y calidad que esté vinculado a su origen geográfico
Asimismo, las IG protegen la autenticidad y el valor de los productos al reconocer sus atributos únicos derivados de factores locales.
Es por lo que, a pesar de una mañana lluviosa, las diversas instituciones relacionadas al sector agrícola no se detuvieron en su camino hacia la mejora de calidad en mano de obra, instrumentos y producción.
Las entidades que dijeron presente al acto de lanzamiento del Órgano Regulador del Sello de Identificación Geografía “Cacao Dominicano” fueron el Ministerio de Agricultura, International Trade Center (ITC), la Comisión Nacional de Cacao, DR Cocoa Foundation, la Unión Europa, Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), Banco Agrícola, Fundación Dominicana del Cacao, Centro de comercio internacional, Indocal, Onapi, entre otras.
Otro de los objetivos planteados para el futuro de la industria agrícola es que el cacao dominicano pueda competir a nivel internacional en todas sus formas.
Massimiliano Wax presidente del Consejo Regulador del Sello (IGCD) comentó que “el cacao aporta 1 billón de dólares en divisas al país y nosotros tenemos el orgullo de decir ‘somos el mejor cacao del mundo’ pero eso se ha limitado a ser un slogan. Nosotros definiremos cuáles son las características del cacao dominicano y como las vamos a defender, de esta manera será reconocido a nivel internacional y eso es fundamental para regularlo de manera interna y promoverlo de manera externa”.
El programa busca también la mejora de la calidad de vida y materia profesional de los agricultores, el sector regula el trabajo de los empleados con el fin de que no haya cabida para el abuso de la mano de obra.
Sin embargo, el déficit de personal puede representar una piedra en el camino para el desarrollo de la industria “estamos manejando con dificultad el déficit de personal, pero sobreviviendo. Queremos motivar cada día más a los dominicanos que se integren a la labor de producción alimentaria, que es un tema de seguridad nacional. No podemos depender de que los alimentos que consumimos sean importados de otros países” expresó Osmar Benítez, presidente ejecutivo de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD).
Se han propuesto programas de incentivos a los dominicanos agrícolas abarcando el salario, programas de viviendas económicas rurales, tarjeta de solidaridad entre otros beneficios, “Estamos trabajando, en una reunión con un equipo del gobierno viendo que programas de incentivos se puede hacer he estado dispuesto a financiar viviendas a mis trabajadores dominicanos, pero yo ayudo con una parte y el gobierno ayude con otra parte”, finalizó Benítez.