Rodríguez viene de obtener Diploma Paralímpico en los recién celebrados juegos de París, pero mientras desde allá hacía sentir orgullosos a todos los dominicanos, también repetía en su mente: “ojalá no esté lloviendo en República Dominicana”.
Y es que, las condiciones de la vivienda de Rodríguez, ubicada en Hatillo, San Cristóbal, son deprimentes, a tal punto de que con cada lluvia, literalmente debe usar sombrilla dentro de su casa.
Rodríguez representó dignamente al país en los pasados Paralímpicos de París, pero en el pasado ha ganado varias medallas de plata y de bronce en la Copa Mundial de Para Powerlifting.
Además de representar al país, se suma el hecho de que Rodríguez nació con hemimelia, una malformación que le ha imposibilitado caminar durante toda su vida, valiéndose únicamente de sus rodillas para desplazarse, lo que provoca que obviamente sea aún más difícil para él tener que defenderse de su hogar inundado cada vez que llueve, producto de que el zinc de la casa de madera en la que vive, está repleto de agujeros.
“Yo nunca he pedido, siempre he trabajado por mis sueños, e incluso sin poder caminar, nunca he optado por limosnas, sino más bien practicar lo que me apasiona, pero lamentablemente el suelo de darle una vivienda digna a mis hijos y mi familia no he podido cumplirlo”, dijo Rodríguez a Listín Diario.
A la deprimente condición de la casa del para atleta, se suma también el poco recurso económico con el que cuenta, pues solo recibe cinco mil pesos como parte del programa Parni.
“Dios sabe que mi deseo del corazón es darle una mejor vida a mis dos niños, a mi mamá enferma y a mi esposa, pero realmente dependo de lo que puedo conseguir en las competencias, y del Parni, pero lamentablemente es muy poco para mantener a mi familia y costear los suplementos que necesito”, sostuvo.
Su familia
Por si fuera poco tener que vivir sin poder caminar, sobre Rodríguez recae también el peso de ser el sustento económico de su familia, cosa que lo hace llorar de impotencia cada vez que no tiene cómo llevar comida a la mesa para sus hijos.
“Yo lo único que quiero es que mis hijos se sientan orgullosos de mí, y que a pesar de que no puedo darles lo que quiero y lo que ellos se merecen, crezcan sabiendo que lo intento cada día”, dijo.
“Yo a veces tengo que pedirle 100 pesos a mi mamá, y ella sin tenerlo los busca y me lo da, ella incluso necesitando hasta más que yo, porque desde hace años sufre de trombosis”, añadió Rodríguez.
Enfatizó en que nunca le ha gustado pedir, o sentir que es una carga para los demás, pero evidentemente, hace falta una vivienda digna y mejores condiciones de vida para Jesús Rodríguez.