El Banco Mundial afirma que los motores del excepcional crecimiento dominicano están llegando a su límite debido al bajo crecimiento de la productividad, insuficiente de capital humano, el cambio climático y distorsiones en mercados claves, incluyendo la asignación poco eficiente de exenciones y exoneraciones fiscales.
Estas observaciones se repiten en cada visita del FMI para su evaluación de la economía dominicana dentro del Artículo IV. Van 20 años diciendo lo mismo, pero sin que los gobiernos respondieran a esas recomendaciones.
El FMI destaca en casi todos sus informes de evaluación, el problema de la calidad del gasto, la reforma del sector eléctrico, las excesivas exenciones y exoneraciones, la recapitalización del BCRD y la flexibilidad del tipo de cambio.
Pero esos informes iban a la basura tan pronto la misión tomaba un avión hacia Washington. Es ahora o nunca, porque las condiciones están dadas para comenzar a corregir entuertos. Recordemos que en el 2021 el presidente Abinader puso en la mesa de diálogo del CND, 12 proyectos de reformas que incluían casi todas las que recomendaban el FMI y el BM. Lamentablemente, muy pocos avances se lograron desde ese entonces por la tozudez de los partidos opositores y de grupos fácticos que quieren seguir en el mundo de los negocios, sin competencia y con protección del Estado.
La reforma a la Constitución que se discute en el Congreso es un primer paso, donde todo parece indicar que cuenta con gran apoyo popular. Sin embargo, ya chocó con una barrera y provino de los mismos congresistas del partido en el poder que redujeron el número de diputados que serían eliminados de 53 a 20.
Ojalá no se les ocurra otra descabellada idea y aprueben la nueva Constitución a la brevedad posible. En cuanto a la reforma a la administración pública, el gobierno presentó sus primeras ideas, fusionando y eliminando algunos ministerios y direcciones. Pero es insuficiente para lograr un ahorro de 25 mil millones en el gasto corriente. Todavía hay mucha tela que cortar para mejorar la calidad del gasto, aunque hay limitantes políticas y sociales que deben considerarse.
En camino vienen cuatro reformas altamente delicadas, aunque son las más importantes de todas. Nos referimos a la Ley de Agua, Ley de Seguridad Social, la Reforma Tributaria y el Código Laboral.
Y si no logramos concretarlas ahora, los motores del crecimiento comenzaran a reducir su velocidad con la consecuente pérdida de empleos y aumento de la pobreza. No olvidemos las advertencias para no oscurecer nuestro futuro.