Al recordar la “alta vulnerabilidad” que sufre la región Cibao Nordeste en tiempos de lluvias, el ministro de Economía, Pável Isa Contreras, afirmó que 41.6% de la superficie total de la zona es golpeada por inundaciones.
“Todos sus municipios son vulnerables, afectados especialmente por las crecidas de los ríos Yuna, Boba y Baquí”, precisó el ministro durante su discurso central en el Foro del Nordeste, que se celebró en la Universidad Católica Nordestana (UCNE), en San Francisco de Macorís.
“No se escapa uno solo municipio”, subrayó el funcionario. Por ello, dijo que no se puede emprender la tarea de construir bienestar en esta región, sin tener, primero, claridad en torno a esa situación, y sin “proponernos construir resiliencia”, a lo que llamó “capacidad de aguantar y de recuperar”.
Durante su discurso, Isa Contreras destacó que la zona, cuyas provincias son Duarte, María Trinidad Sánchez, Samaná y Hermanas Mirabal, tiene todas las condiciones para dar un impulso decidido al desarrollo de su economía y de su gente.
No obstante, el ministro apuntó que, para lograr bienestar en cada territorio del país, y en especial en la región Nordeste, se deben tomar en cuenta tres aspectos esenciales: buena planificación, compromiso con el desarrollo territorial y una activa participación ciudadana.
“La planificación no se queda en elaborar el plan. Es también aplicar el plan. Y es también estar preparado para contingencias, eventos inesperados que te obligan a repensar el plan y modificar las actuaciones”, explicó.
Las políticas públicas también juegan un rol importante, según el ministro. Estas deben concretarse para que contribuyan en varios aspectos, como crear más y mejores empleos, producir más y mejores servicios públicos, “porque vivir mejor es tener un buen empleo o una buena actividad económica que genere ingresos suficientes para tener una vida digna”, y contar con servicios públicos de calidad como agua, energía, transporte y seguridad.
Conurbación: Debilidad de planificación
El ministro de Economía, además, afirmó que la expansión territorial que ha experimentado la región Cibao Nordeste del país, especialmente las ciudades de San Francisco de Macorís, Nagua y Salcedo, ha generado “conurbación” de varios asentamientos, lo que ha comprometido la funcionalidad de las vías públicas, y ha destapado “debilidades importantes de planificación”.
La conurbación es un fenómeno mediante el cual dos o más ciudades se integran territorialmente, independientemente de su tamaño, de sus características propias y de la adscripción administrativa que posean, según una definición de la Universidad Nacional de Colombia.
Isa Contreras dijo que San Francisco de Macorís está categorizada como una ciudad intermedia, mientras Nagua y Salcedo son pequeñas. “Estas ciudades ejercen primacía urbana en la región y sostienen fuertes y directos vínculos con otras regiones y ciudades importantes del país y se encuentran bien conectados entre ellos, pero relativamente dispersos”, señaló.
Sin embargo, el ministro de Economía estimó que el área total de la huella construida de la región ocupa más de 38 kilómetros cuadrados. Esto responde a que la expansión urbana se ha desplegado hacia suelo de clase I, II, y III, que han sido, naturalmente, agrícolas.
“Hay casi 15 kilómetros cuadrados construidos en esa condición. Esto ha sido particularmente severo por las expansiones de Salcedo, San Francisco, Nagua, y en numerosas comunidades del bajo Yuna”, indicó el funcionario.
Explicó que también hay más de siete kilómetros cuadrados urbanizados que han afectado algunas de las 23 áreas protegidas con que cuenta la región.
