El Departamento de Justicia de Estados Unidos fue el que tomó posesión legal de un avión Dassault Falcon 900EX, propiedad del presidente de Venezuela Nicolás Maduro Moros.
Según un comunicado, la aeronave era operada para el beneficio de Maduro y el de personas vinculadas a él en Venezuela. Fue transferida al Distrito Sur de Florida a petición de Estados Unidos, debido a violaciones de las leyes de control de exportaciones y sanciones.
El fiscal general Merrick B. Garland dijo que, según alegan, “fue comprada ilegalmente por US$13 millones a través de una empresa fantasma y sacada de contrabando de Estados Unidos para ser utilizada por Nicolás Maduro y sus aliados“.
Garland agregó que el Departamento continuará persiguiendo “a aquellos que violen nuestras sanciones y controles de exportación para impedir que utilicen recursos estadounidenses para socavar la seguridad nacional de Estados Unidos”.
El secretario adjunto de Control de Exportaciones del Departamento de Comercio, Matthew S. Axelrod, expresó que esta incautación debe enviar un mensaje claro: “Las aeronaves adquiridas ilegalmente en Estados Unidos para beneficio de funcionarios venezolanos sancionados no pueden simplemente volar hacia el horizonte”.
Axelrod explicó también que no importa lo lujoso que sea el jet privado o lo poderosos que sean los funcionarios, “trabajaremos incansablemente con nuestros socios aquí y en todo el mundo para identificar y devolver cualquier aeronave contrabandeada fuera de los Estados Unidos”.