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Se amplía la devastación sin frenos ni límites de las Dunas de Baní

En un abierto desafío a las autoridades medioambientales, ayer, un obrero montado en un tractor rompía las arenas de Las Dunas de Las Calderas creando surcos para la realización de cultivos agrícolas en un área protegida por la Ley 64-00 de Medio Ambiente y por la 202-04 de Áreas Protegidas.

El daño ecológico se registra en el mismo lugar donde el pasado 15 de enero Listín Diario y otros medios locales y nacionales dieron a conocer la construcción de una vivienda en zinc, bloques y madera.

VOZ DE ALERTA

Productores apícolas y caprinos de la comunidad de Las Calderas han dado la voz de alerta, indicando que las actividades dañosas que realizan en el alma de este monumento natural “particulares adinerados” no se han detenido a pesar de las denuncias de medios nacionales y locales.

Ayer, pasadas las 4:00 de la tarde, reporteros de Listín Diario pudieron acceder a la zona de La Laguneta, en Las Calderas, en el mismo centro de Las Dunas Banilejas y allí, llevados por el ruido de un vehículo pesado que rompía el silencio de esta zona sagrada, se pudo avistar el tractor que manejado por un conductor indiferente al daño que causaba, surcaba sus arenas sin el reparo de ninguna autoridad competente.

NO HAY VIGILANCIA

Este lunes, ocultos, a una distancia prudente, productores apícolas al mostrar a reporteros de Listín las nuevas acciones que dañan Las Dunas Banilejas, señalaron al respecto, “fíjense, el trabajo que hay hecho aquí lleva varios días, pero los guardaparques de este sitio vienen y van y esto que vemos aquí no les da ni frio ni calor”, aseguró.

Afirman que tampoco llegan al lugar ni el encargado de este parque natural, que vive en la misma comunidad de Las Calderas, “y mucho menos el director provincial de Medio Ambiente, que está en Baní”,

En estos predios de la Reserva Científica Félix Servio Docuodray, donde Medio Ambiente, desmanteló la vivienda de madera, zinc y bloques de cemento y prometió para marzo pasado, “acciones contundentes de control y vigilancia”, según informó en la ocasión el viceministro de Áreas Protegidas y Biodiversidad, Federico Franco Tavera, no se observa el más mínimo control ni presencia militar de vigilancia.

Sin embargo, en vez de esas “acciones contundentes de control y vigilancia”, hoy en el sitio de la vivienda desmantelada se ha perforado un poso para extracción de agua con fines de irrigar el predio, también se le han instalado paneles solares.

Y un tractor en operación en las entrañas de este parque ecológico rasgaba ayer, inmisericordemente, estas delicadas arenas de norte a sur y de sur a norte, haciendo correr despavoridas iguanas y culebras, chivos y hurones, mientras asustadas, cotorras y petigueres volaban a otros lugares.

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