AGENCIA EFE
El Colegio de Químicos de Puerto Rico (CQPR) informó este lunes que una investigación reveló que el agua potable en dos áreas del sur de la isla contiene metales pesados, tóxicos y cancerígenos por el depósito de cenizas de carbón en el acuífero de esta zona.
Son específicamente las áreas de los municipios de Guayama y Salinas las que están afectadas por dichas cenizas de carbón, aunque los niveles están por debajo de los límites máximos establecidos por la Agencia de Protección Ambiental federal (EPA, por sus siglas en inglés), indicó el CQPR en un comunicado.
La preocupación de los residentes por la calidad de agua surge de los informes hechos públicos por la EPA sobre la contaminación del acuífero en el área en Guayama y Salinas, donde se han depositado más de dos millones de toneladas de cenizas.
Muchos de esos depósitos se hicieron cercanos a pozos de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) o pendientes arriba de ellos.
El CQPR y las comunidades recibieron información contradictoria sobre si el agua servida venía de los pozos en esa área o de la planta en Guayama con aguas provenientes del Río Patillas. Ante la duda, el CQPR solicitó a la AAA autorización para tomar muestras de agua en los pozos y en la planta de Guayama.
“Dada la preocupación, se decide tomar muestras de grifos en las casas de esta área. Análisis de esas aguas reflejaron metales pesados, tóxicos y cancerígenos, característicos de las cenizas de carbón”, aseguró la presidenta del CQPR, María Santiago, en el comunicado.
“Estos resultados confirmaron las preocupaciones de las comunidades a pesar de que los niveles encontrados estaban por debajo de los niveles máximos permitidos”, indicó.
Ante todo ello, el CQPR recomendó remover las cenizas de carbón fuera de la isla, así como el monitoreo continuo de los niveles de metales en el agua.
“Este esfuerzo conjunto entre el CQPR y las comunidades afectadas busca establecer un marco de trabajo para la acción gubernamental y comunitaria, asegurando un ambiente seguro y saludable para todas las comunidades de Puerto Rico”, exigió Santiago.
“La permanencia de cenizas sobre el acuífero del sur facilita la percolación de metales pesados hacia nuestras fuentes de agua, lo cual es preocupante. Es imperativo actuar de inmediato para mitigar cualquier riesgo potencial para la salud de nuestra gente”, enfatizó.