Las pérdidas económicas que sufrió República Dominicana tras el cierre de la frontera con Haití “se han ido recuperando”, aseguró ayer el ministro de Industria y Comercio, Víctor -Ito- Bisonó.
“La frontera está totalmente abierta”, dijo el funcionario a los periodistas.
En el caso de las varillas y el cemento, cuyos rubros tenían prohibido la entrada a República Dominicana desde Haití para fines de construcción, Ito Bisonó informó que ya están ingresando por los puertos oficiales.
El ministro dijo que el comercio bilateral se vio afectado a raíz del cierre de la frontera, que se originó el pasado 15 de septiembre de 2023, cuando el presidente Luis Abinader dispuso la orden por la construcción del canal de riego en el Río Masacre, de lado haitiano.
“Afectó el cierre; pero se ha recuperado en sentido general”, reiteró el funcionario luego de encabezar un acto de incineración de productos ilícitos (cigarrillos, bebidas y medicamentos).
Las exportaciones de República Dominicana hacia Haití al cierre de enero de este año siguieron en baja: los productos exportados generaron US$68 millones, lo que equivale a un decrecimiento de un 20.1 %, comparado con enero de 2023, año que reportó US$85 millones, según datos del Centro de Exportación e Inversión.
Listín Diario le preguntó al ministro sobre ese comportamiento y este respondió: “Los datos siempre son del mes anterior y del mes anterior. Ustedes verán (a miembros de la prensa) que de ahora en adelante se consolidarán”.
En los cierres parciales de la frontera, las entradas de bienes locales a territorio haitiano reportaron las siguientes cifras: septiembre experimentó una baja de 32.7 %; octubre -49.2 %; noviembre -21.1 %; diciembre -33.3 %.
Ito Bisonó dijo que esos números son “la manifestación” del tiempo en que estuvo cerrada la frontera.
LOS PRODUCTOS MÁS EXPORTADOS
T-shirts y camisetas, de punto de algodón, fue lo que República Dominicana más exportó hacia el país vecino durante enero por un monto de US$8 millones, según indica ProDominicana.
Le siguen tejidos de algodón por US$6 millones; harina de trigo o de morcajo por US$5 millones, así como pilas y baterías de pilas de dióxido manganeso por US$4 millones.