Al menos tres personas perdieron la vida tras un terremoto de magnitud 7,1 que sacudió la madrugada de este martes la región china de Xinjiang (noroeste), además de daños en viviendas e infraestructuras.
El temblor se produjo a las 2.09 hora local (18.09 GMT), con epicentro a 22 kilómetros de profundidad, y afectó sobre todo al condado de Wushi de la prefectura de Aksu, según el Centro de Redes Sismológicas de China.
Al terremoto le siguieron varias réplicas, la mayor de ellas de magnitud 5,3, indicó la institución.
La Agencia Sismológica de Xinjiang situó el epicentro a unos 50 kilómetros de Wushi, con cinco poblaciones localizadas dentro de un radio de 20 kilómetros.
De acuerdo al rotativo, el movimiento telúrico afectó especialmente a las viviendas situadas en las cercanías del epicentro, donde se vinieron abajo 47 casas y numerosos establos, además de quedar interrumpido parcialmente el suministro eléctrico, que ya ha sido restituido.
El departamento de ferrocarriles informó asimismo de la paralización del servicio para inspeccionar las vías, puentes y otras infraestructuras situadas en la zona del temblor.
El área afectada se sitúa en una región montañosa poco poblada cercana a la frontera de China con Kirguistán, a un promedio de 3.048 metros sobre el nivel del mar y donde la temperatura anoche era de unos diez grados bajo cero.
La sacudida fue perceptible en varias ciudades de Xinjiang como Kashgar, Hotal y la capital, Urumqi, en la que temblaron incluso los pisos más altos de los edificios, según el testimonio de residentes a medios locales.