Un artículo publicado por el medio Tampa Bay Times sobre el caso del pelotero Wander Franco ofrece una retrospectiva sobre el comportamiento del beisbolista en la organización de esa ciudad los Tampa Bay Rays.
Bajo el título “¿Nos perdimos señales de que la vida de Wander Franco tenía el potencial de desmoronarse?”, el autor Juan Romano describe algunos incidentes del pelotero dentro del clubhouse del equipo.
“El campocorto estrella de los Rays jugó mucho más allá de su edad, pero su madurez fuera del campo poco a poco se estaba convirtiendo en un problema en Tampa Bay“, así inicia el artículo.
Dice que tras el fallo del pasado viernes en que fue puesto en libertad, lo que sigue no es una excusa, ni siquiera una explicación, de sus supuestas transgresiones, sino una exploración de señales que algún día podrán ser reexaminadas como pistas potenciales de una vida que parece estar al borde de la autodestrucción.TE PUEDE INTERESAR
“En otras ocasiones, había señales de que algo andaba mal. Si sus habilidades en el béisbol habían avanzado más allá de su edad cronológica, entonces las habilidades sociales de Franco se parecían más a las de un adolescente“, sostiene.
Agrega que: “tuvo un altercado con el jardinero central José Sirí cerca del final del entrenamiento de primavera de 2023, y luego otro con Randy Arozarena durante la temporada regular. Cuanto más tiempo pasaba en Tampa Bay, más aislado parecía estar en la casa club de los Rays”.
Asegura que con el paso del tiempo se consultó a los psiquiatras y también el equipo pidió a los padres de Franco que intervinieran en ocasiones.
“La primera señal pública de que podría haber habido problemas fue a principios de verano, cuando el manager de los Rays, Kevin Cash, tomó la inusual medida de enviar a Franco a casa por dos partidos. No fue una suspensión per se, sino más bien enviar a un niño rebelde a un tiempo muerto. Cash habló ese día de que Franco necesitaba controlar mejor sus emociones”, explica.
Franco fue liberado de prisión la tarde de este lunes luego de pagar una garantía económica de dos millones de pesos, impuesta en su contra por el proceso judicial que se le sigue en Puerto Plata, acusado de explotación sexual de una menor de edad y lavado de activos.
Se recuerda que Franco fue presentado el pasado viernes ante el juez de Atención Permanente, de Puerto Plata, quien le impuso, como medida de coerción, presentación periódica y el pago de una garantía económica de RD$ 2 millones.