El epidemiólogo-salubrista Carlos Feliz, y el ex director del Servicio Nacional de Salud (SNS), Nelson Rodríguez Monegro, están convencidos de que se trata de un brote de cólera lo que afecta a los pobladores de diferentes comunidades de la provincia Barahona, por lo que advierten sobre el riesgo de que se siga propagando la bacteria si no se adoptan las medidas urgentes requeridas.

Ambos coinciden en no entender el afán de las autoridades sanitarias de llamarle brote diarreico agudo, cuando todas las características clínicas de los pacientes evidencian que se trata de cólera, una enfermedad diarreica que puede provocar la muerte por deshidratación en cuestión de horas y que se propaga rápidamente sino se adoptan las medidas de control e higiene que requiere su manejo.

En entrevistas por separado, los médicos advierten que cuando un paciente afectado es trasladado a hospitales de otras poblaciones, por ejemplo de Santo Domingo, se está corriendo el riesgo de propagación de la bacteria.

Sostienen que eso empeora aún más, cuando el personal que lo maneja no toma las medidas de higiene que se establecen frente al cólera, debido a que las autoridades hablan simplemente de brote de diarrea.

Dijeron que si no hay diagnóstico temprano, no se aplica el tratamiento oportuno y eso conlleva al incremento de casos y de muertes. Demandan una rápida intervención en la fuente de contaminación, garantizar agua potable a la población y capacitar al personal de salud en el manejo de los líquidos en estos pacientes.

Piden que se ponga en marcha un bloqueo epidemiológico en la zona que permita identificar el origen, instalar carpas especiales para atender allí los pacientes, tratar el agua de consumo, prohibir la venta de agua a granel en camiones y reforzar la capacidad médica en la zona.

Las pruebas lo confirman

Feliz dijo que ese brote de cólera tiene más de dos semanas en esas comunidades de las provincias Barahona y Bahoruco, fruto de la contaminación de la fuente de agua, y que el cuadro diarreico que presentan los pacientes tiene todas las características de esa enfermedad.

Señaló que es más preocupante aún el hecho de que, además del cuadro clínico, hay pruebas diagnósticas donde se ha confirmado la bacteria del cólera, mientras las autoridades siguen hablando de ameba y otros microorganismos, lo que evidencia incapacidad en el sistema, o simplemente no quieren admitir la enfermedad, porque ello implica pobreza, hacinamiento, falta de agua y otros servicios.

Dijo que el brote preocupa a los comunitarios donde decenas se han infectado y se han reportado muertes, unido a la falta de respuestas y camas en el hospital Jaime Mota, de Barahona, donde no han creado un área para manejo de cólera, que requiere de camas especiales, personal capacitado y aislamiento adecuado.

Sorprende el manejo

Rodríguez Monegro dijo que es una situación que sorprende la forma como las autoridades abordan ese brote que afecta a esas comunidades del Sur, donde se reportan incluso muertes en el sector La Ciénaga, ya que tiene varias semanas y siguen atribuyendo al brote de diarrea a amebiasis.

Dijo que el comportamiento del cólera no se parece para nada a una amebiasis, porque las características son diferentes.

El cólera, explicó, es una enfermedad diarreica con un periodo de incubación muy corto, evaluación líquida parecida al agua de arroz, no produce dolor abdominal y usualmente no produce náusea. Es producida por una bacteria.

Mientras, la amebiasis, dijo, produce mucho dolor abdominal, fiebre, la persona sigue con la sensación de seguir evacuando, hay materia fecal semisólida y puede acompañarse de sangre. Es producida por un parásito.

“Al parecer las autoridades tienen una conducta, que es de inicio negar la posibilidad de un brote de una determinada enfermedad, tal como ocurrió con el dengue”, señaló.

Dijo que versiones de la comunidad hablan de más de 15 personas fallecidas por un brote diarreico, lo cual no lo produce ninguna otra patología diarreica que no sea el cólera.