Al día siguiente del feriado, la tarde del pasado martes, se congregaron con mesas y sillas en el balneario Fula, Bonao (río Jayaco), de la provincia Monseñor Nouel, decenas de ciudadanos para gozar de sus aguas. El río pasó la mayor parte del día calmado.
Sin embargo, la tranquilidad se vio abruptamente interrumpida cuando comenzó a crecer rápidamente debido a las lluvias que se registraron en la tarde. En cuestión de segundos, una corriente violenta se llevó a 12 personas, dejando un doloroso rastro de tragedia con la pérdida de cuatro vidas en medio de lo que parecía ser un día perfecto.
Entre las cuatro personas que resultaron ahogadas hay una menor y su madre, de acuerdo con Juan Carlos Velázquez, director provincial de la Defensa Civil, quienes fueron identificadas como Jade Contreras Vázquez, (13 años) y su madre Yisneidy Yaquil Vázquez, de 29 años, residentes en Sábana Pérdida, de Santo Domingo Este.
También, Cheily Pérez, 25 años, residente en Los Mina, de Santo Domingo Este, y Adomelis Custodio Mata, de 25 años, oriundo de Constanza.
Además, continuaron las labores de rescate de una mujer de 29 años, Isauly Martínez, perteneciente al municipio San Francisco de Macorís, provincia Duarte.
EL HECHO
Siendo las 7:25 de la noche, Fula tuvo una crecida y la desesperación se apoderó de la multitud mientras intentaban rescatar a aquellos que habían sido arrastrados por la furia del río.
Miembros de la Defensa Civil llegaron rápidamente al lugar, rescatando junto a los munícipes a unas siete personas.
Los negociantes dijeron a LISTÍN DIARIO que las víctimas ignoraron el llamado a salir de las aguas por la lluvia.
“El río estaba totalmente calmado, por eso dejamos a la gente en el agua porque aquí tenemos un equipo que lo enviamos a la montaña con radio para que nos avise si el río viene con presión para sacar la gente y siempre nos da tiempo”, declaró el encargado de ambientar con música el río Fula, Juan Batista.
El DJ Batista dijo a LISTÍN DIARIO que existe un protocolo para evitar accidentes con la crecida del río Fula, debido a que anteriormente se han registrado fuertes corrientes de agua.
Un equipo conformado por dos o tres hombres va hasta la cabeza del río, en la montaña, equipado de radios y notifican a los dueños de negocios si el río experimentará una crecida. Posteriormente, avisan a los visitantes pidiéndoles que salgan de las aguas.
Este procedimiento se llevó a cabo, según Batista.
“Bajé la música de una vez y el compañero amigo mío, que es el que llama a los camareros cuando la gente necesita algo, dijo por el micrófono a las gentes que salieran del río y se quedaron sorprendidos y no hicieron nada. Si alguien tenía su pareja lo que hizo fue que lo abrazó y el río ahí los atacó”, narró el hombre en conversación con LISTÍN DIARIO.
“Todo el mundo vio porque estaba de frente hacía arriba, pero no sé qué pasó, si los nervios que los sorprendió”, agregó.
RESCATE
Alrededor de 25 trabajadores hombres se tiraron al agua. “Un compañero se tiró a salvar a una mujer y yo pensé que se iba a ahogar”, comentó Batista.
Comentó que fue algo que los tomó por sorpresa (a los visitantes), quienes no son eran de Bonao.
“Es un golpe duro, muy duro para nosotros”, decía Buenaventura Mirabal, quien es tío de Yisneidy Yaquil Vázquez, madre de Jade Contreras Vázquez, de 13 años, ambas fallecidas.