El puertorriqueño Antonio Casillas Montero fue sentenciado a siete años de prisión por violar la Ley de Bienestar Animal y por posesión de perros para su uso en peleas ilegales durante décadas en varios países, informó este viernes la Fiscalía Federal.
Según el comunicado, Casillas crió perros de la raza pitbull y dirigió la empresa Stone City Kennels, que participó en más de 150 peleas de estos animales.
Las peleas tuvieron lugar en Puerto Rico, México, Ecuador, Perú, República Dominicana y varias ciudades de Estados Unidos continental.
Durante un allanamiento en su propiedad en Humacao (este de Puerto Rico), fueron incautados varios perros pitbull que padecían pústulas, hongos, cojeras y pinzamiento de la mandíbula.
Según las pruebas presentadas por el Gobierno, Casillas utilizó veterinarios en Puerto Rico para obtener certificados sanitarios para enviar perros de pelea a República Dominicana en un ferry.
Durante las peleas, que podían durar más de una hora y media, el condenado dejaba que los perros perdedores murieran a causa de sus heridas.
Además, Casillas y sus socios criaban perros de pelea para venderlos por miles de dólares y los enviaban en aviones desde Puerto Rico a todo el mundo.
Las pruebas presentadas por el Gobierno indicaron que Casillas era considerado una “leyenda caribeña” de las peleas de perros.
“Las peleas de perros para entretenimiento y ganancias no solo son crueles e inhumanas, sino también una violación de la ley federal”, dijo en la nota el fiscal federal W. Stephen Muldrow.