El presidente Joe Biden prometió ayer miércoles abordar los “temas difíciles”, como la defensa de los “controles y contrapesos” en la democracia, al iniciar su primera reunión con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu desde que este asumió al frente de un gobierno de extrema derecha a fines del año pasado.
Netanyahu trató de mitigar las inquietudes acerca de su contencioso proyecto de reforma judicial al decir que “una cosa que nunca cambiará es el compromiso de Israel con la democracia”.
El sitio de la reunión largamente anticipada –un cuarto de hotel en Nueva York al margen de la Asamblea General de la ONU en lugar del escenario grandioso de la Oficina Oval—ha sido interpretado en Israel como una señal del enojo de Estados Unidos con el nuevo gobierno de Netanyahu.
OFICINA OVAL DE LA CASA BLANCA
El primer ministro ha sido un huésped frecuente de la Casa Blanca a lo largo de los años, y habitualmente los jefes de gobierno israelíes reciben la invitación a la Oficina Oval a pocas semanas de asumir funciones. Pero sus proyectos judiciales han provocado dudas, tanto en Israel como en Estados Unidos, acerca de su apego al sistema democrático.
Biden inició la reunión reafirmando la amistad “de hierro” entre los dos países y señalando que “sin Israel, ningún judío en el mundo está seguro. Israel es esencial”. Pero también reconoció que existen tensiones con el gobierno de Netanyahu y sus medidas.
“Discutiremos algunos de los temas arduos, como la defensa de los valores democráticos que son el meollo de nuestra asociación, lo que incluye los controles y contrapesos en nuestros sistemas”, dijo Biden. Otro tema de discusión será un camino hacia una solución de dos Estados negociada con los palestinos y “asegurar que Irán nunca, jamás, adquiera un arma nuclear”.
Netanyahu destacó los objetivos diplomáticos compartidos en sus declaraciones iniciales, tales como la paz entre Israel y Arabia Saudí que, dijo, sería posible bajo el liderazgo de Biden.
DISCUSIONES INTERNAS
Biden ofreció la posibilidad del codiciado encuentro en la Oficina Oval al decir que “espero que nos veamos en Washington a fines de año”. Una persona al tanto de los planes, que habló bajo la condición de anonimato por tratarse de discusiones internas, dijo que el gobierno estudia ese encuentro con Netanyahu en noviembre o diciembre.
A pesar de la cordialidad al inicio de la reunión, el hecho de realizarlo en Manhattan y el recelo de Biden acerca de la reestructuración de las cortes israelíes por Netanyahu, fueron señales de la tensión en la alianza.
“La reunión en la Casa Blanca es un símbolo de relaciones estrechas y amistad y honor, y la negación de ello demuestra exactamente lo contrario”, dijo Eytan Gilboa, experto en relaciones entre ambos países en la Universidad Bar-Ilan de Israel.
Los funcionarios del gobierno de Biden han expresado reiteradamente sus inquietudes acerca del plan de reforma judicial.
EL PODER DE LOS JUECES
Netanyahu dice que los jueces del país, que no son elegidos, ejercen un poder excesivo sobre las decisiones del gobierno. Los detractores dicen que al debilitar la independencia del poder judicial, Netanyahu lleva el país hacia un régimen autoritario.
Su plan ha dividido a la nación, que desde hace meses es escenario de protestas masivas contra el gobierno.
Estas protestas lo han seguido a Estados Unidos, donde una gran cantidad de israelíes manifestaron el miércoles en Nueva York, y varios cientos se concentraron frente a la embajada estadounidense en Tel Aviv.