“Aproximadamente a las 06:00 de la mañana, del lunes 4 de septiembre, presuntamente Frandy Luimenez acompañado de Delicier Watson y otras personas de nacionalidad haitiana, todos con armas de fuego, se presentaron a un corral de vacas ubicado en el paraje La Barrera, en la comunidad de Aminilla, municipio de Partido, provincia de Dajabón”, inicia la fundamentación fáctica del expediente de solicitud de medida de coerción.
Allí se encontraba Ramón Eugenio Medina Hernández, conocido como Papito, a quien amarraron de pies y manos con una soga de color azul y marrón respectivamente y lo dejaron allí, para luego ir a la casa próximo al corral donde se hallaban Carmelina Antonia Cabreja Ramos, Cristopher Daniel Medina Cabreja, Cristhian de Jesús López Cabreja y Charlo Veloz Quesada.
De acuerdo al expediente, los individuos de nacionalidad haitiana le propinaron un disparo a cada uno en la cabeza, quitándole la vida a tres de ellos, cuya causa de muerte fue por shock hipovolémico por herida de arma de fuego, según el levantamiento de la médico legista actuante en el caso, Carmen Mabel Cruz.
Luego de los haitianos matarlos y dejar a Cristhian de Jesús por muerto, regresaron al corral donde estaba Papito amarrado y también le propinaron un disparo en la cabeza quitándole la vida.
EL TESTIGO
Cristian, quien sobrevivió a la masacre, cuentó cómo sucedieron los hechos. De acuerdo a él, Papito se había levantado y ya estaba en el corral, por lo que cuando salió, dejó la puerta de la casa “junta” y ahí ellos entraron. Sin embargo, ya lo habían matado. “Papito fue el primero que mataron”.
“Todos estábamos durmiendo, yo fui a buscarle todo lo que tenía, para él no tener que matar a nadie, cuando yo voy al camión, escuché los tiros, tan, tan, tan, y cuando yo vine, estaban todos tirados en el suelo muertos”, explicó en una grabación de una llamada que circula en las redes sociales. Cuenta que uno de los miembros de la presunta banda, lo acompañó hasta el camión, le quitó todo el dinero y cuando se percataron de que él los había visto muertos a los demás, también le propinaron un disparo.
Aseguró que solo eran 3 personas de nacionalidad haitiana. Sin embargo, el Ministerio Público está implicando a seis imputados, cinco de ellos de nacionalidad haitiana y uno dominicano.
Las autoridades se presentaron al lugar del hecho, encontrando inicialmente en el corral de vacas construido de madera y techado de cana, cercado con postes de madera y alambres, próximo a la casa, el cadáver de Ramón Eugenio, en posición decúbito supino (acostado boca arriba, en un plano paralelo al suelo, cuello en posición neutra, con mirada dirigida al cénit), atado de pies y manos.
Además, con una herida por arma de fuego con orificio de entrada en la región temporal izquierda, sin orificio de salida y debajo del cadáver un charco de sangre y salpicaduras alrededor del mismo.
Luego se trasladaron a la casa construida de block a la altura de las persiana y el resto de madera, techada de cana, pintada de color rosado, donde encontraron en la primera habitación tirado en el piso el cadáver de Charlo, en posición decúbito supino, al lado de una cama sobre un charco de sangre, con la cabeza cubierta de sangre.
En esa misma habitación pero encima de la cama se halló el cadáver de Chistopher Daniel, en posición decúbito supino, con una herida por arma de fuego en la región temporal derecha con tatuaje y expulsión de masa encefálica.
Las autoridades después se trasladaron a la segunda habitación, donde encontraron el cadáver de Carmelina Antonia en el piso al lado de la cama, en posición decúbito supino, con herida de arma de fuego en la cabeza con orificio de entrada en la región temporal izquierda y con expulsión de masa encefálica.
Tanto en ambas habitaciones de la casa, piso, la sala y sobre la cama, se encontraron charcos de sangre y debajo de la mesa de la terracita, un casquillo para pistola calibre 9 milímetros.
De acuerdo al Ministerio Público, los individuos sustrajeron de la vivienda una escopeta marca Maverick, modelo 88, calibre 12, serie número MV93231, una suma aproximada de ochenta mil pesos (RD$80,000.00), siete teléfonos celulares y otros objetos.
PESAR DE LA FAMILIA
“Eso no se puede ni decir, es un sentimiento de odio, incluso había uno de ellos burlándose de nosotros, el que le disparó a todos, burlándose, riéndose”, contestó Denisse Medina, hija del hacendado acribillado, al cuestionarle sobre lo que sentía de ver a los asesinos de su familia en la audiencia de solicitud de medida de coerción ayer.
Con la voz entrecortada pidió que se haga justicia porque “no fueron animales que mataron, fue gente seria, humilde y los mataron como animales”, dijo con voz llorosa. Aseguró que su hermano, Cristhian Medina, de 30 años, tras quedar mal herido, fue quien identificó a los presuntos criminales y narró lo sucedido.