El Ministerio de Educación (Minerd) arrancó este año escolar 2023-2024 con la puesta en uso de 72 nuevas publicaciones digitales e impresas de libros de textos producidos y editados por once universidades y academias del país, que firmaron convenios de colaboración científica y, además, han sido supervisados por la propia Unidad Editorial del Minerd.
Para este recién iniciado período de escolaridad, el gobierno anunció que ya fueron distribuidos 1,472,320 libros en todos los distritos; sin embargo, no ha faltado tiempo para que salga a la palestra la denuncia de supuestas faltas ortográficas, gramaticales y de datos en la formulación de los mismos.
El propio ministro de Educación, Ángel Hernández, reaccionó ayer ante el Listín Diario y dejó saber que el Minerd procurará que “a la mayor brevedad posible”, se subsanen los errores que puedan ser detectados, proceso que tendría que ser llevado por las propias entidades firmantes de los referidos convenios.
De acuerdo con Hernández, estás entidades eran las responsables de entregar los contenidos de los textos diagramados, ilustrados y con la debida corrección de estilo; no obstante, a falta de esto ahora deberán de corregirlos.
Asimismo, aseveró que esto no implicaría ningún costo extra a la inversión aproximada de 1,200 millones de pesos que el propio presidente Luis Abinader afirmó el pasado lunes “es mucho, pero es menos que inversiones anteriores y se entregarán más libros”.
“El Minerd firmó convenios de colaboración científica con entidades reconocidas que debían entregar los contenidos de los textos diagramados, ilustrados y con la debida corrección de estilo. Los errores que puedan ser detectados deben ser subsanados por las entidades firmantes de los referidos convenios. Procuraremos que eso se haga en el tiempo más breve posible”, dictó el ministro de Educación.
Habían advertido
Poco antes de que iniciara el año escolar, la Asociación de Industrias Editoriales de la República Dominicana (Adierd) y Acción Empresarial por la Educación (Educa), y otros conocedores del tema, habían advertido de la arbitrariedad que percibían en el proceso, del que aseguraron que fueron excluidos.
Inclusive, Educa dijo que no conocía el material y que lo vería a la par con los estudiantes y la Adierd llevó su reclamo tan lejos que realizó un llamado al Consejo Nacional de Educación (CNE) para detener la aprobación y adquisición de estos libros de texto para el sistema público, asegurando que la ordenanza era ilegal.
Independientementede esto, el Minerd aseveró que contaba con las aprobaciones bibliográficas necesarias para publicar sus libros y que sean del consumo intelectual de los jóvenes en edad preuniversitaria del país, por lo que no sólo siguió adelante con el proceso, sino que son justo estos materiales los que se encuentran digitalizados y físicos en las escuelas públicas del país.
Ahora, estos mismos libros son los que están siendo cuestionados por faltas y sobras de comas y otros signos de puntuación, así como acentos, mal uso de las mayúsculas, datos equívocos, y también palabras redundantes, todo después de la revisión de un corrector de estilo publicado por la periodista de investigación Alicia Ortega, quien destacó que el texto que principalmente está siendo cuestionado pertenece a Fe y Alegría.
Novedades del año escolar
Además de los nuevos libros de texto en el mercado, que hasta ahora son 72 y se esperan 200 más, el ministro Ángel Hernández y él presidente Abinader indicaron el pasado lunes durante la inauguración del año escolar 2023-2024, que también se estrenaría un nuevo currículum basado en contenidos para los niveles inicial, primaria y secundaria.
Aunado a eso, se estrena un sistema de evaluación acorde al mismo y nuevos recursos para el aprendizaje y programas que abordan temáticas relevantes para el sistema educativo y para la sociedad.
Normas de convivencia, que duraron siete años en ser aprobadas; 70 politécnicos, entre equipados y nuevos; 200 guaguas y minibuses que darán respaldo al “Trae”, el plan de transporte escolar que ahora se extenderá hasta todo el Gran Santo Domingo; y un nuevo código de ética tanto para alumnos, como docentes y directivos.