Rusia y Ucrania se atacaron mutuamente con drones el miércoles por la mañana, informaron autoridades, en lo que parecía un nuevo ataque de Kiev contra Moscú y bombardeos de las fuerzas del Kremlin contra almacenes de grano ucranianos, que se ha convertido en la nueva táctica de la guerra tras casi 18 meses.
Más tarde el miércoles, la agencia de inteligencia ucraniana afirmó haber destruido un importante sistema ruso de misiles tierra-aire S-400 en Crimea, península ocupada por Rusia. De confirmarse, sería otro golpe embarazoso para Moscú en momentos en que Ucrania ataca cada vez más posiciones rusas detrás en el sur y este.
La agencia, conocida por su acrónimo GUR, afirmó en su canal de Telegram que Rusia tiene “un número limitado” de esos sistemas sofisticados y que el ataque es “una dolorosa pérdida” para Moscú. Las autoridades rusas no comentaron sobre el tema.
Los misiles S-400 de largo alcance son capaces de alcanzar aviones enemigos y son considerados uno de los mejores sistemas de ese tipo. Tienen un rango de 400 kilómetros (250 millas) y pueden atacar varios blancos de manera simultánea.
Anteriormente, un ataque de drones rusos que duró tres horas en la región ucraniana de Odesa provocó un incendio en instalaciones de grano, escribió en la app de mensajería Telegram el responsable de la administración militar de Odesa, Oleh Kiper.
El ataque destruyó 13.000 toneladas de granos, elevando las pérdidas totales de granos este mes a unas 270.000 toneladas, dijo en Facebook el ministro ucraniano de infraestructura Oleksandr Kubrakov.
Rusia puso el punto de mira en Odesa el mes pasado y ha causado daños significativos en las instalaciones de grano de la ciudad portuaria, días después de que el presidente, Vladímir Putin, interrumpiera la participación de Rusia en la Iniciativa de Granos del Mar Negro. Ese acuerdo de guerra permitía que las exportaciones ucranianas llegaran a muchos países amenazados por el hambre.
Durante el año que duró ese acuerdo, Ucrania envió 32,9 millones de toneladas de granos, la mayoría de Odesa.
Las autoridades rusas, por su parte, dijeron haber derribado drones ucranianos en Moscú y en la región que rodea a la capital a primera hora del miércoles, señalaron el Ministerio de Defensa y el alcalde. No se informó de víctimas.
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobyanin, dijo que un dron cayó sobre un edificio en construcción en Moscow City, un prestigioso complejo comercial que ya ha sufrido dos impactos previos de drones. Varias ventanas de dos edificios cercanos se rompieron y los servicios de emergencia se presentaron al lugar del incidente.
El Ministerio de Defensa dijo que el dron fue bloqueado de forma electrónica.
La dependencia atribuyó el ataque a Ucrania y aseguró que los sistemas antiaéreos derribaron otros dos drones en las zonas de Mozhaisk y Khimki, en la región de la capital. Como es habitual, las autoridades en Kiev no confirmaron ni negaron la responsabilidad de Ucrania en los ataques de drones.
Los aeropuertos de Moscú suspendieron brevemente sus operaciones, pero reabrieron más tarde, según la prensa estatal rusa.
No fue posible verificar las afirmaciones de ningún bando.
Desde hace algunos meses Ucrania ha intentado llevar el conflicto armado hacia el corazón de Rusia. Ha atacado cada vez con mayor frecuencia activos militares de Moscú ubicados detrás del frente de batalla en el sur y el este de Ucrania, y al mismo tiempo ha lanzado drones hacia la capital rusa.
Aunque los ataques con drones contra territorio ruso se han registrado casi a diario en las últimas semanas, no han causado daños de consideración ni han dejado víctimas. Ucrania no ha reconocido su responsabilidad por los intentos de ataques con aeronaves no tripuladas.
Entretanto, un ataque con drones rusos en la ciudad de Romny en el noreste de Ucrania alcanzó una escuela local, matando al director, subdirector, una secretaria y a la bibliotecaria, informó el Ministerio de Relaciones Interiores de Ucrania.
Por otro lado, tres personas murieron en la región rusa de Belgorod, en la frontera ucraniana, tras reiterados ataques de artillería contra un hospital, indicó el gobernador, Vyacheslav Gladkov.
Gladkov dijo que el centro en la localidad de Lavy, a unos 40 kilómetros (25 millas) de la frontera, fue atacado y murieron dos refugiados y un miembro del personal.
La región de Belgorod ha registrado combates esporádicos y fuego de proyectiles durante la guerra, incluida una incursión transfronteriza el pasado mayo que llevó al Kremlin a reforzar la seguridad.
Un grupo de dignatarios extranjeros que incluía a los presidentes de Portugal, Finlandia y Lituania visitó Ucrania el miércoles.
Su presencia coincidió con el Día de la Bandera Nacional de Ucrania, que precede al Día Ucraniano de Independencia el jueves.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, el comandante de las fuerzas armadas ucranianas, Valerii Zaluzhnyi y otros altos cargos, asistieron al despliegue en Kiev de una bandera gigante ucraniana firmada por soldados, voluntarios, médicos y rescatistas.