Jatzel Román
Tras 15 rondas de votación, el congresista republicano Kevin McCarthy de California fue elegido como Presidente de la Cámara de Representantes en los Estados Unidos, sucediendo en la importante posición a la demócrata también californiana Nancy Pelosi.
Se trató del proceso más largo para definición directiva de la Cámara Baja americana desde 1923, es decir, exactamente 100 años. Lo poco común de sucesos como estos en dicho país se debe principalmente a su método de elección uninominal, dígase un congresista por distrito y un arraigado sistema bipartidista que otorga claras mayorías al ganador. En República Dominicana, aunque se ha vuelto menos común, en el pasado reciente no era con poca frecuencia que los bufetes legislativos encontraban obstáculos para su confirmación.
La etapa de competitividad podemos decir que inició en el año 1984 cuando el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) ostentaba la mayoría senatorial pero sus luchas entre facciones hicieron que se proclamaran dos Presidentes al mismo tiempo, Jacobo Majluta por un lado y el higueyano Domingo Tavárez Areché por otro. Esto finalmente fue resuelto con la candidatura de consenso representada por el barahonero Noel Suberví Espinosa, de línea jacobista pero aceptable a los demás pues ya había presidido el periodo 1983-1984. El efímero ex presidente de la República volvió a encabezar el Senado entre 1985-1986, posición que ocupaba al ser candidato presidencial en los comicios que terminó electo Joaquín Balaguer por cuarta ocasión no consecutiva.
En 1990, el caudillo de Navarrete debía juramentarse nuevamente el 16 de agosto pero el acto se iba retrasando por el choque oficialista entre José Osvaldo Leger de San Cristóbal y Florentino Carvajal Suero de Elías Piña, quienes se encontraban empatados. El representante fronterizo prevaleció en esa ocasión, pero no pudo ser quien volviera a ponerle la banda presidencial a su líder como lo había hecho en 1986, pues esto le tocó al presidente de la Suprema Corte de Justicia, Nestor Contín Aybar ante el incómodo retraso. Leger luego dirigiría el Senado en los periodos 1991-1992 y 1993-1994 cuando sale del reformismo para presentarse como candidato en el Acuerdo de Santo Domingo. Tras esto, no se ha visto otro choque relevante por la presidencia de la Asamblea Nacional que llegue al mismo Día de la Restauración.
En la Cámara de Diputados no ha habido déficit de choques políticos a la hora de definir quién debe ser su titular. Entre el Doctor Balaguer y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) hubo entendimiento en más de una ocasión, pero más visiblemente en 1994-1996 cuando el bloque morado con solo 13 integrantes recibió apoyo del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) para que Danilo Medina primero y Ramón -Monchy- Fadul después fuesen cabeza del órgano. Este acuerdo llegó a su fin tras la sucesión ejecutiva en 1996 cuando entonces quedó la presidencia de la República con el PLD, la del Senado con el PRSC y la Cámara con el PRD.
Lo lógico era que esto cambiaría tras las elecciones de medio término 1998 cuando el partido blanco posterior a la muerte de su líder histórico, José Francisco Peña Gómez, obtuvo claras mayorías en ambas casas legislativas. Pero eso no fue exactamente lo que sucedió en la Cámara Baja pues el entonces presidente Héctor Peguero Méndez se presentó a la reelección contra su compañero de partido, Winston Arnaud.
Los blancos habían quedado con 83 diputados contra 49 morados y 17 colorados, todo esto sobre una matrícula que ascendía a 149 miembros. Pero el aspirante a repetir logró que 10 se mantuvieran fieles a él por encima de las directrices partidarias, suficientes para una coalición mayoritaria pues al sumarse con los otros dos bloques, eran 76 contra 73. Un año más tarde, la coalición cambió pues el PRD acordó apoyar al PRSC para una mayoría de más de 90 que eligió a Rafaela -Lila- Alburquerque tras algunos dirigentes objetar la decisión inicial, Ramón Rogelio Genao.
La petromacorisana se mantuvo por cuatro años hasta que en 2003 fue sucedida por Alfredo Pacheco, quien con apoyo de la mayoría de perredeistas más el bloque peledeista y endoso de reformistas logró recuperar la posición que su partido no ocupaba formalmente desde 5 años antes. Esta elección tampoco pasó sin noticias pues sobre los choques de aquel 16 de agosto ya mucho se ha escrito.
16 años transcurrieron hasta que se diera otro choque por esta posición cuando el PLD rumbo a la división obvió el acuerdo de rotación, de modo que Radhamés Camacho se mantuvo en vez de permitir votación para Demóstenes Martínez. Poco después, el bloque se rompió en dos y hoy existe el partido Fuerza del Pueblo.
La política siempre es un arte, pero en lo legislativo quizás más aún pues lograr consensos resulta sumamente desafiante. Eso es así tanto el primer día en el hemiciclo, como todos los días a lo largo de tu estancia ahí, ya sea hacia fuera con los demás partidos o hacia dentro con tu misma organización o coalición. Hay quienes dirían que especialmente con estos últimos.