Al verificar la nómina, 40 empleados del Caipi Pueblo Nuevo devengan salarios, pese a estar suspendidos. En la personal fijo, de noviembre pasado, hay 80 personas más en ese centro
INDIRA VÁSQUEZ / ASHLEY M.
San Francisco de Macorís, RD
Rosmeri Cross Olivo, la maestra del Centro de Atención a la Primera Infancia, en prisión preventiva por la muerte del niño Maykel Smil de Castro Álvarez, sigue en la nómina de noviembre del Inaipi, a pesar de que a la fecha tenía 2 meses privada de libertad.
Al verificar la nómina, 40 empleados del Caipi Pueblo Nuevo devengan salarios, pese a estar suspendidos. En la personal fijo, de noviembre pasado, hay 80 personas más en ese centro.
Según el médico legista, Winston Benítez, la causa de la muerte del niño Maykel fue asfixia mecánica por ahogamiento, y se establece un tiempo de muerte de entre tres y seis horas antes de las 2:45 de la tarde cuando se realizó la autopsia. El niño presenta contusión leve epicraneal en la región occipital y, de acuerdo al informe forense, tenía congestión, y en el diafragma no presenta lesiones.
“Él no tiene golpes en el tórax, esto demuestra que a él no le dieron reanimación cardiopulmonar como habían dicho en un inicio las autoridades del Caipi”, asegura Rebeca Hernández, directora de la comisión de Derechos Humanos en San Francisco de Macorís. El informe precisa que el niño no tenía alimento en el estómago al momento de la autopsia.
Descuido
Una bitácora fotográfica del ministerio público establece que en el “área del lavamanos del baño se observa indelicadeza y descuido al poner las toallas en la superficie de la meseta, en donde se contamina de bacterias las cuales se transfieren a los niños al utilizar dichas toallas”.
En otra fotografía se describe que “hay un inodoro con la tapa quitada y al lado decoración, totalmente descubierto de mugre, con todo tipo de bacterias existentes en un lugar sin limpieza”.
Una de las bañeras del centro se guardan los juguetes de los niños, y la cubeta donde encontraron el niño con los pies hacia arriba, decía arroz, lo que para el ministerio público indica que era un utensilio de la cocina.
En otra bañera del centro habían suapers y cubos para limpieza, sin seguridad y con hacinamiento.