AFP
Doha, Catar
El ‘jogo bonito’ no ha muerto. Ahora se pasea por Doha de la mano del recuperado Neymar y sus amigos de Brasil, que avanzaron a cuartos de final del Mundial al aplastar este lunes a Corea del Sur (4-1).
El ’10’ volvió por lo alto luego de que un esguince en el tobillo derecho lo dejara once días por fuera del torneo. Y lo hizo para lanzar un recado: la ‘Seleção’ quiere el hexacampeonato para homenajear al rey Pelé, hospitalizado desde el martes en Sao Paulo.
Los brasileños dispersaron las dudas surgidas tras su caída contra Camerún (1-0) en el cierre del Grupo G al sentenciar el juego en el primer tiempo.
Vinicius Jr (7), ‘Ney’ (13, de penal), Richarlison (29) y Lucas Paquetá (36) comandaron la fiesta en el estadio 974 ante la descolocada Corea de Son Heung-min, que descontó a través de Paik Seungho (76).
El ‘scratch’ luchará el viernes por el pase a semifinales ante Croacia (15H00 GMT), que más temprano venció a Japón en penales (1-1, 3-1 en la tanda).
¡Intacto!
El regreso de Neymar, baja tras el debut victorioso ante Serbia (2-0), fue una bombona de oxígeno para el ataque de Brasil, que se despidió de la primera fase con apenas tres goles, su peor desempeño para una fase de grupos desde Argentina-1978, cuando marcó dos.
La diferencia del ‘Ney’ de hace once días con el que entró al 974 fue apenas su cabello tinturado de dorado, el color de la Copa. Porque desde muy temprano desubicó a voluntad a la zaga coreana.
Tan preocupada estaba la retaguardia del equipo de Paulo Bento con él, que descuidó a Vinicius Jr en la jugada que rompió el cero.
Como en el potrero, que en Brasil llaman “várzea”, Raphinha esquivó a dos coreanos, intentó asociarse con Paquetá pero un rival se interpuso, con tan mala fortuna que devolvió la pelota al extremo del Barcelona dentro del área.
El ’11’, entonces, hizo un pase de la muerte, que en esta ocasión recorrió las 18 hasta hallar libre a Vini, quien la ubicó en el palo lejano de Kim Seung-gyu para marcar su primer gol en un Mundial.
No había terminado de festejar la ‘Canarinha’, ni de extenderse una bandera deseando una pronta recuperación a Pelé, cuando Jung Woo-young golpeó dentro del área a Richarlison.
La ‘torcida’, que acompañó en masa, pidió que Neymar lo pateara y él cumplió la orden con una ejecución suave al palo izquierdo del arquero. Ahora, está a un gol de igualar a ‘O rei’ (77 tantos) como máximo goleador de Brasil.
Danza de goles
Corea intentó salir de cuidados intensivos al hacer volar a Alisson en un remate lejano de Hwang Hee-chan (17), una de las variantes de Bento respecto al once que derrotó 2-1 al Portugal de Cristiano Ronaldo en el cierre del Grupo H.
Los pentacampeones tomaron el remate como una afrenta, y devolvieron el campanazo lanzando un mensaje de advertencia al mundo: el ‘jogo bonito’ regresó.
Richarlison, que ante los serbios marcó de chilena, protegió el balón de Hwang In-beom con tres golpecitos de cabeza consecutivos, luego lo sostuvo con su frente antes de pasarlo a Marquinhos.
El central la compartió con Thiago Silva, quien asistió con finura al ‘Pombo’ y éste definió de zurda para el 3-0.
Pase de la muerte, penal y ‘jogo bonito’. ¿Faltaba algo? Sí, Brasil demostró que en su restaurante también sirve contragolpes.
‘Ney’ recibió una pelota recuperada que abrió para Vini en la izquierda. El extremo lanzó un centro que pareció muy elevado, pero que cayó justo en zona de influencia de Paquetá, un zurdo que disparó de derecha para hundir el sueño coreano de clasificarse por segunda vez a cuartos.
En un acto de amor propio, los asiáticos, a los que Brasil ya había humillado 5-1 en un amistoso en Seúl en junio, pretendieron achicar ventajas en la segunda parte exigiendo al máximo a Alisson en tres ocasiones de Son (46), Hwang (68) y Cho Gue-sung(78).
El premio de consolación llegó en un zurdazo inatajable de Paik.
Con el juego sentenciado desde el primer tiempo, Tite se dedicó a administrar el cansancio de sus jugadores, retirando a Neymar (80) y dando entrada al tercer portero, Weverton. Total, el mundo del fútbol ya recibió su mensaje.