Anyara Solano
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Santo Domingo
La ola de actos delictivos más los conflictos y tiroteos entre bandas delincuenciales arropa los sectores más vulnerables del gran Santo Domingo.
En el barrio Enriquillo, del kilómetro ocho y medio de la carretera Sánchez, en el Distrito Nacional, sus residentes se mantienen en ambiente de intranquilidad al no saber qué sucederá en horas de la noche, pues según denunciaron es el mal de nunca acabar.
“Dispararon en la misma puerta de mi casa, yo tuve que tirarme al suelo. Eso era ¡Po Po! y parece que ellos se iban caminando, disparando como que estaban detrás de alguien”, comentó Ana Martínez, quien reside en el barrio.
Martínez expresó que para salvaguardar su vida del incidente que se produjo el pasado miércoles alrededor de la medianoche, tuvo que agacharse en el piso de su habitación mientras las bandas se enfrentaban a tiros.
“Esto es terrible, la Policía tiene que venir por aquí, porque ellos están de su cuenta. Toda mi vida he vivido por aquí y ahora esto se ha dañado”, dijo la señora con un tono de disgusto.
Durante el recorrido de Listín Diario por este sector se percibió el pánico y temor de sus residentes, quienes denunciaban los sucesos que ocurren a diario allí, mientras que otros preferían mantenerse en silencio o simplemente reservar sus nombres por temor a los desquites de los delincuentes.
“La delincuencia está por aquí azotando. Imagínate ¿qué hace uno? Porque cuando uno habla, lo que se busca es un problema con esa gente…”, expresó uno de los pobladores en la calle San Miguel.
El callejón Vicente Noble se ha convertido en un terror, según denunciaron es el lugar que los delincuentes han tomado para juntarse.
El accionar delictivo inicia cuando se apagan las luces. Desde las 12:00 de la noche, según los residentes en el barrio Enriquillo, solo se escuchan los tiroteos, gritos de auxilio y delincuentes caminando sin control. Otra vecina de la calle Eduardo Brito manifestó su inconformidad con el accionar delictivo.
“Los tiros aquí no cesan. Aquí está uno que tiene miedo de salir, la familia de uno que están en calle, uno tiene que decirle que tenga cuidado al llegar. Yo tengo un hijo que llega a las 12:00 de la noche del trabajo y yo tengo que llamarlo y decirle: mi hijo no vengas, que están tirando”, expresó.
“Yo tengo mi casa y no me he ido porque es mía, pero es difícil la situación que estamos viviendo. Nosotros los dueños de casa vamos a tener que abandonar. Yo estoy loca por irme, lo que pasa es que no puedo pagar una casa que cuesta RD$ 40,000 en otro lado, pero la verdad que es difícil, después que dan las 12 de la noche aquí o las 11:30 p.m. ya uno tiene que estar recogiéndose, esto es increíble”, apuntó. Añadió que por temor de que su hijo fuera asaltado en plena oscuridad y para poder alumbrar el frente de su hogar, se vio en la obligación de instalar una lámpara debido a que las autoridades encargadas de proveer iluminación nunca le dieron solución a la problemática.
“Yo tuve que poner una lámpara en mi frente porque como te dije mi hijo llega a las doce y tengo miedo de que llegando pase algo. Esto está oscuro y estamos cansados de llamar a la Corporación (CDEEE) para que nos ponga una lámpara y todos los días la están poniendo y nunca la ponen”, agregó.
“Esto aquí es una oscuridad. Ahora mismo todo está bien porque es de día y están recogidos (los delincuentes) porque ellos de día ni se conocen ni se ven, pero desde que dan las once de la noche, es una oscuridad y ellos se esconden detrás de los vehículos”, puntualizó.
Villa Mella
La delincuencia no finaliza en Villa Mella. Los asaltos que se registran a cualquier hora del día continúan siendo la problemática que afecta a cada habitante.
Según moradores, el pasado miércoles se produjeron tres asaltos, uno en el “colmado El Pelo”, “colmado Mejía” y “colmado El Barón”.
“Él área no está buena. Y sí, hay una ola de asaltos. Anoche se tiraron en la esquina y en otros colmados. Fue un asalto que hubo e incluso lo hicieron en calles más para abajo”, dijo una persona.
A la vez testificó que por una persona que le cerró las puertas de su negocio, evitó que en el día del pasado miércoles fuese despojado de sus pertenencias. “A mí vinieron a cerrarme negocio a las 5:00 de la tarde y yo ni sabía. Viene esa muchacha y me cierra las puertas y yo digo: ¿Qué es lo qué pasa? Y ella dice están cerca, están cerca (repitió) se te pueden tirar. Así es que está esto”, reveló el hombre.
Antecedente
Bajo el miedo
En Villa Mella, la gente dice haber “perdido la fe” en las autoridades, ya que delincuencia y violencia no son nuevas, pero con el paso del tiempo han incrementado a niveles que provocan incertidumbre y miedo.
“Eso de los atracos por aquí es viejo. Yo cumplo 30 años viviendo aquí en San Felipe. Eso de los ladrones nunca ha tenido madre, pero los que de verdad se están robando el show son los vendedores de droga, lo que menos usted crea aquí es un punto y ellos en sus líos se llevan a cualquiera, ni la Policía ni nadie hace nada”, dijo Ramona Reyes.
Por unos días
Señalan que los planes Barrio Seguro y los patrullajes de la Policía solo funcionan por unos días.