“Me huele a quemao’, me huele a quemao’”, fue el grito desesperado de la esposa de Alejandro Beras que les hizo salir corriendo de su casa en busca de la razón que provocaba el hedor que en pocos minutos se convirtió en un incendio que devoró los hogares de cinco familias, incluyendo la suya.

A tan solo centímetros de su casa las llamas consumían la residencia de uno de sus vecinos a quien, según las declaraciones, “le explotó la televisión” y de ahí se desencadenó el siniestro.

El hecho se produjo pasadas las 7:00 de la noche en la calle José Gabriel García, frente al parque San José y tras cerca de 20 minutos de trabajo, el Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional (CBDN) controló por completo las llamas.

Aunque las causas oficiales están en investigación los moradores aseguran se debió a un alto voltaje.

De la estructura solo quedó “el cuadro”, los bordes de concreto, manchados de negro por la incidencia de las llamas que sí lograron reducir a escombros el interior de madera y zinc que retiraban los miembros de los bomberos.

Según el jefe de los bomberos del Distrito, José Luis Frometa Herasme, quien especificó que en la operación intervinieron nueve unidades, no se registraron heridos de gravedad, a excepción de una persona con una herida leve.

Al respecto, los comunitarios dijeron se trató de la misma persona a la que le explotó el aparato y se debió a que “él no pudo salir solo por la sorpresa”.

A partir de las 9:30 las brigadas realizaban trabajos propios de la fase de reducción de los escombros, mientras los afectados trataban de distribuir lo poco que les quedó en casa de sus vecinos.

Delante de las residencias se amontonaron los residuos y los rostros conmocionados y desesperanzados de quienes pensaron dormir bajo un techo que en minutos se les deshizo casi arriba.