El Licenciado Manuel Núñez Asencio visita cada viernes los estudios del programa DemocraciaTV para dar una mirada hacia atrás y recordar aspectos históricos relevantes para la identidad nacional que defendemos hoy día y sobre todo para evidenciar los hechos pasados que han creado una mejor República a la fecha actual.
En su última entrevista, Núñez conversó sobre temas relacionados a la escenografía política tras la caída de la dictadura trujillista y la posterior invasión de los Estados Unidos.
Refiere que, tal y como señala Moya Pons, el tipo de gobierno que quiso implementar Bosch con principios liberares y de corte muy democrático, más la implementación de una series de reformas sociales, económicas y políticas avanzadas, en un país recién salida de una dictadura férrea, dieron al traste con los sectores más poderoso del país, donde los intereses personales estaban por encima de los intereses colectivo del pueblo dominicano.
Tras el derrocamiento Bosch, este fue reemplazado por un gobierno denominado Triunvirato impuesto por los militares golpista, del cual formaban parte tres civiles: Lic Emilio de los Santos quien presidió el gobierno, el Dr. Ramón Tapia Espinal y Manuel Enrique Tavárez Espaillat. Ese gobierno se le conoce como el Primer Triunvirato ya que a partir de diciembre de ese mismo año de 1963, surge un segundo debido a una serie de hechos acontecidos.
El gobierno del Triunvirato estableció una dictadura y fue rechazado por muchos sectores de la sociedad dominicana por su manera corrupta y represiva de conducir los destinos del país.
El Triunvirato sólo pudo mantenerse en el poder gracias al apoyo de los Estados Unidos, de importantes sectores de la iglesia Católica y de los generales trujillistas en las Fuerzas Armadas a quienes Reid Cabral concedió privilegios extraordinarios. El más escandaloso de dichos privilegios fue la autorización de establecer una cantina para vender de contrabando enormes cantidades de bienes de manufactura extranjera que llegaban al país en aviones de la Fuerza Área. Al ser el Triunvirato un régimen de facto creado por un golpe militar, su impopularidad era extrema.
La reacción de los grupos populares que favorecían el sistema democrático en el país reacción con manifestaciones tantos pacificas como armadas como fueron las siguientes:
Durante los primeros días del golpe militar al gobierno legítimo y Constitucional encabezado por el profesor Juan Bosch, y tras asumir el gobierno del triunvirato no se registró ninguna acción de importancia en contra, entre otras razones, porque dos de las principales entidades democráticas, el Partido 14 de junio y el Movimiento Popular Dominicano, vieron en la sonada cuartelaria el punto clave que facilitaría sus planes insurreccionales, y, por tanto, no llamaron su militante ni al pueblo a la protesta y prefirieron resguardar sus cuadros políticos.
Uno de los hechos más sobre saliente ocurrió en diciembre de 1963, un grupo guerrillero encabezado por los líderes del Movimiento Revolucionario 14 de Junio se sublevó en las montañas para luchar contra el Triunvirato. Los guerrilleros fueron rodeados rápidamente por las tropas del ejército y forzados a rendirse. Una vez hecho prisioneros, casi todos fueron asesinados incluyendo su máximo líder Manuel Aurelio Tavárez Justo (Manolo) y sólo a unos pocos se les perdonó la vida.
Motivos de la invasión
La intervención militar de Estados Unidos en la República Dominicana que comenzó el 28 de abril de 1965 fue objeto de numerosas condenas en su momento, tanto en América Latina como en Estados Unidos. Su propósito fue evitar “una segunda Cuba,” pero las autoridades norteamericanas, en especial el presidente Lyndon B. Johnson, fueron mucho más allá de los hechos objetivos al especular sobre la posibilidad de que los comunistas se hicieran del poder. El imperativo de evitar esa segunda Cuba distorsionaba su capacidad de reunir información veraz y analizarla.
En el caso de la República Dominicana, varios aspectos singulares ayudan a explicar la facilidad con la que Estados Unidos pudo terminar la ocupación. Dos reconocidos líderes políticos –Juan Bosch y Joaquín Balaguer—contribuyeron a resolver la crisis mediante la convocatoria de nuevas elecciones. La excepcional prudencia mostrada por el presidente provisional, Héctor García-Godoy, y el embajador estadounidense, Ellsworth Bunker, permitieron la rápida partida de las fuerzas norteamericanas. Si después Estados Unidos hubiera enviado sus tropas a Haití –que no tenía instituciones ni grupos políticos sólidos, ni figuras políticas de peso–, habría sido más difícil partir, como sucedería posteriormente en Irak y Afganistán.
La Guerra de Abril
La revolución de abril de 1965, fue un movimiento cívico-militar que se caracterizó por la participación activa, militante y armada de las masas populares, con la finalidad de volver al gobierno legítimo y constitucional de Juan Bosch. En ella se produjo una alianza de clases, ente sectores de la burguesía urbana y amplios sectores de los trabajadores y obreros. Esencialmente fue una revolución democrática, en el sentido de que la misma no perseguía, como maliciosamente argumentaron los norteamericanos, establecer un régimen socialista o comunista. En realidad, el control de la revolución políticamente hablando, estaba en manos del Partido Revolucionario Dominicano, a pesar de la presencia de los partidos de izquierda, como el 14 de junio, el P.C.D., el M.P.D., y otros. Asimismo, el control militar, de la misma estaba en manos principalmente de los militares y oficiales a cuya cabeza se encontraba el coronel Caamaño, quien naturalmente no era en esos momentos, comunista ni nada parecido. Asimismo, fue una revolución popular en cuanto a sus bases sociales.
Una característica de la revolución de abril fue que la misma estuvo localizada, concentrada en la ciudad de Santo Domingo. Es decir, que la misma no se expandió hacia los pueblos del interior del país contrario, muchos revolucionarios y personas simpatizantes del gobierno de Bosch, llegaron del interior a la capital, para participar en los eventos.
Lo anterior significo, que los conspiradores tanto balagueristas-trujillistas como los del Partido Revolucionario Dominicano, jamás pensaron en organizar una revolución popular nacional, para derrotar al triunvirato: se sobre entendía, que se trataba de un simple golpe de estado. Pero, tal y como dijimos anteriormente las contradicciones provocadas a la hora de decidir, la forma de sustitución el derrocado gobierno, motivaron la conversión de la conspiración, en una formidable insurrección popular, a favor del regreso de Bosch al poder sin elecciones.
Más tarde en el mismo año las tropas internacionales se retiraron del país. Se realizaron elecciones en 1966, en las cuales Joaquín Balaguer fue elegido presidente.