En una entrevista ofrecida este miércoles a través del programa Democracia TV, El destacado jurista Jottin Cury, nos explica que la extinción de dominio es una consecuencia patrimonial de actividades ilícitas consistente en la declaración de titularidad a favor del Estado, de los bienes a que se refiere esta ley, por sentencia de autoridad judicial, sin contraprestación, ni compensación de naturaleza alguna.
Un mecanismo mediante el cual el Estado puede perseguir los bienes de origen o destinación ilícita, a través de una vía judicial que tiene como finalidad declarar la pérdida del derecho de propiedad de dichos recursos.
Es un tema novedoso, interesante y que no encaja fácilmente en cualquiera de las ramas del derecho pues amerita preparación por parte de los abogados, jueces y persecutores en dicha materia.
Y lo que resulta más novedoso aun, el inicio de la persecución formal a muchos funcionarios que llevan años bajo la pantalla de que solo devengan un sueldo, pero resultan se propietarios de cuantiosas fortunas cuyo origen no pueden explicar.
Retroactividad de la ley
Cury expresa que, para que la ley de extinción de dominio sea efectiva, necesariamente debería ser retroactiva; pero esto entra en franca contradicción con la irretroactividad de ley, llanamente planteada a nivel constitucional.
Ha sido uno de los proyectos de ley más discutidos, aunque algunos crean que la puesta en vigencia de una ley en este sentido es un imperativo nacional, necesariamente hay que verificar las faltas de las que podría adolecer la ejecución practica de dicha ley, porque por mucho puede afectar la seguridad jurídica dominicana.
Un borrón y cuenta nueva sería el escenario factible, pero no el más justo, por ello está por verse si al final, y después de mucho discutirla y corregirla, la extinción de dominio en República Dominicana se vuelve una realidad.
Sobre la situación en Haití
Consultado adicionalmente sobre su posición ante la problemática de Haití, Cury señala que Haití es sin duda el país más pobre de la región, y eso lo hace un territorio inviable, que aunque muchos organismos y Estados pulseen para que sea un problema al que Republica Dominicana solucione, nada más cierto es que no es problema nuestro.
Con el gobierno de Abinader ha cobrado fuerza la idea de la construcción de un muro o verja que nos separe y proteja aún más de la realidad haitiana, y es una iniciativa que apoyamos.
El tema de Haití en la política dominicana es una constante histórica que además de la incidencia en la economía influye en la gobernabilidad.
Hay que tener un control efectivo sobre la frontera con Haití y endurecer las medidas de seguridad respecto al flujo de migrantes.