En esta edición, el título se lo disputan los Cincinnati Bengals y Los Angeles Rams en SoFi Stadium en Inglewood, California. Y el espectáculo del descanso, que genera tanta expectación como el partido, correrá a cargo de Dr. Dre, Snoop Dogg, Eminem, Mary J. Blige y Kendrick Lamar.
El Super Bowl Sunday, el domingo de la Super Bowl, está marcado en rojo en los calendarios deportivos estadounidenses. Fans de los equipos finalistas y amantes del futbol americano en general, familias, amigos, compañeros se reúnen alrededor de una pantalla, ya sea en casa o en un bar, para celebrar un día que se ha convertido en una especie de festivo nacional extraoficial.
Y no solo por lo deportivo: la actuación en el medio tiempo causa tanta o más expectación que lo que ocurre con el balón ovalado.
El año pasado 96,4 millones de personas siguieron el evento por televisión, según la publicó la CNBC, el número más bajo desde 2007, y casi seis millones de espectadores (de media por minuto) lo hicieron en plataformas de streaming. En total, más de cien millones de personas vieron la batalla entre los Tampa Bay Bucaneers de Tom Brady y los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes.
En esta ocasión, el equipo de la División Sur de la Conferencia Nacional se impuso al de la División Oeste de la Conferencia Americana por 31-9, en la que, tras el anuncio de su retirada, se ha convertido en la última Super Bowl de Brady. Este año, los Cincinnati Bengals, después de 33 años, disputarán el trofeo Vince Lombardi frente a Los Angeles Rams en el SoFi Stadium en Inglewood, California, el 13 de febrero.
La última edición del campeonato estuvo marcada por la covid-19. Este año, a pesar del aumento de casos aparejado a la variante ómicron, la NFL (Liga Nacional de Fútbol, por sus siglas en inglés) no ha comunicado, al menos por el momento, restricciones de aforo. Eso sí, todos los asistentes deben probar que están vacunados o mostrar una PCR o prueba de antígenos negativa. Además, será obligatorio el uso de mascarilla.
Este gran evento de masas en el que se enfrentan el ganador de Conferencia Nacional (NFC) y la Conferencia Americana (AFC) tiene su origen en la rivalidad entre dos ligas, la NFL y la AFL, American Football League, que finalmente se fusionaron en 1966.
En el acuerdo entre ambas se estipuló la celebración de un partido de final de temporada que se jugó por primera vez el 15 de enero de 1967, en el Memorial Coliseum de Los Ángeles. En ese primer enfrentamiento, los Green Bay Packers, de Wisconsin, vencieron a los Kansas City Chiefs, por 25 puntos de diferencia en un estadio que aún tenía sitios vacíos.
Desde entonces, los Pittsburgh Steelers y los New England Patriots son los dos equipos con más trofeos en su haber, empatados a seis. Les siguen los San Francisco 49ERS y los Dallas Cowboys, con cinco, y los Green Bay Packers y los New York Giants con cuatro. Curiosamente, los New England Patriots también son los que más Super Bowl han perdido, en cinco ocasiones, empatados con los Denver Broncos. Con 11 encuentros, son el equipo que más veces la ha disputado.
Los Cincinnati Bengals llevaban 33 años sin llegar al partido que decide al campeón de los campeones. Los tigres, entrenados por Zac Taylor y la sorpresa de la temporada, llegaron a la lucha por el anillo tras remontar en el marcador a los Kansas City Chiefs de Mahomes. El equipo de Ohio, con una edad media que apenas supera los 25 años, tiene en su quarterback Joe Burrow uno de sus mejores activos. Y un gran candidato a MVP. El jugador volvió a la competición esta temporada tras perderse parte de la anterior después de romperse los ligamentos de la rodilla izquierda en noviembre de 2020.
Los Angeles Rams disputarán el título en casa, en su estadio, aunque jugarán como visitantes. Son el segundo equipo de la historia de la Super Bowl en tener ese privilegio, después de que lo hiciesen los Tampa Bay Buccaneers en 2020. Entre los integrantes del combinado, entrenado por Sean McVay, destacan su mariscal de campo Matthew Stafford y el ala abierta Cooper Kupp.